México, D.F.-
Como el inicio de una carrera en la cual está orgullosa de pertenecer a una dinastía es que la hija de Alejandra Guzmán, Frida Sofía se declaró lista para lo que venga para ella, ya sean aciertos o críticas.
“(El apellido) nunca me ha afectado porque soy la hija de Alejandra Guzmán así como mi mamá es hija de Silvia Pinal; yo en cambio no me he entregado a los medios aunque ahora estoy lista y cómoda. Quiero que me conozcan por quien soy”, expresó.
La joven se dijo rebelde por lo que la mayoría de las veces hace lo contrario a lo que le dicen, ya que no le gusta ser presionada o apurada.
“La crítica es algo de mi vida y aunque no quiera voy a ser expuesta porque vengo de una dinastía y toda mi familia está en el entretenimiento. Ojalá que tenga a mi hija o hijo y también lo sea porque es algo que nos gusta y viene en la sangre”, informó.
En conferencia de prensa para presentar su portada en la revista Playboy, afirmó que le encantó el tema inspirado en la película Belleza Americana, donde salió cubierta de pétalos de rosas con un equipo muy profesional que la trató como una princesa.
“Sí, ya salí en esta revista, tengo planes de seguir en ese ambiente porque aquí nací y aquí me voy a morir; es algo que me fascina. Esto fue algo muy natural que siempre quise, las fotos pudieron ser vulgares pero fueron acorde a mi edad y sé que no es algo de lo que me vaya a arrepentir porque es arte y el cuerpo de la mujer; me divertí y lo haría otra vez aunque también quiero que vean mi parte artística y de empresaria, quiero sorprender”, explicó.
Su familia siempre la ha apoyado. Como el caso de su abuelo, Enrique Guzmán, quien dice que es igual a ella. Su madre también le ha dado esa libertad y aunque descartó la posibilidad de posar juntas le encantaría que ella fuera protagonista nuevamente de la publicación.
“La primera vez que posó fue después de tener un hijo y todo el mundo tenía la idea que no se iba a ver guapísima, pero sí lo es y ahora con todo lo que lamentablemente pasó y las 19 cirugías tiene un cuerpazo y es divina. Me da mucho orgullo y para nada pena”, indicó.
Fue así como también se dio oportunidad de recordar esos momentos difíciles que vivió junto a ella y contó a la prensa su manera de afrontar que su madre estuviera al borde de la muerte.
“Fue una etapa donde no quería pensar así que traté de sanar mi mente y los nervios en el gimnasio, comiendo bien y hablando con mis amigas porque hay otros medios y fue lo último que hice. Y cometí errores y no quiero que mi vida se vaya con ellos, de ellos siendo tan joven he aprendido tanto que quiero crecer, salir adelante y qué bueno que me pasó todo”.
Quien ahora vive en Miami tuvo que emigrar de México a los 12 años a raíz de un intento de secuestro, lugar en donde se volvió más deportista y académica por el cambio de cultura.
“Es un tema difícil porque al día siguiente ya estaba en otra escuela. ¿A quién no le da miedo que lo secuestren? Fue etapa fuerte porque estaba muy chiquita y me tuve que ir por mi propia seguridad; me arrancaron de mi país, mi cultura y me tuve que acoplar a otra diferente, a otro idioma y gente pero al final eso me hizo crecer como persona porque aprendí a aceptar a la gente como es, a observar y tener variedad”.
Aunque le da un poco de miedo volver, sabe que es complicado porque ya tiene una vida en Estados Unidos. Sin embargo, está dispuesta a hacerlo porque extraña a su gente e incluso hablar su idioma.
Por ahora aprovecha saber tocar piano, cantar y bailar para tener en mente un nuevo proyecto discográfico.
“Toma tiempo y soy muy perfeccionista. Voy a sacar un disco pero no va a ser el día de mañana porque necesita preparación y producción, el equipo, la compañía y es una estructura muy compleja”.
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