México D.F. / Abril 11.-
Ante 70 personas que llenan cada sábado el Café 22 de la colonia Condesa, Héctor Suárez Gomís recrea navidades en la delegación, porque a sus papás les gustaba dirimir diferencias en el Ministerio Público.
El hijo del actor Héctor Suárez, el Mil Usos, habla de sus paseos en carretera, entre gritos neuróticos, escarceos adolescentes con una muñeca inflable y perversiones de adulto.
Todo ello, en su monólogo “El pelón en sus tiempos de cólera”.
Aquí empieza la entrevista.
– Un show catártico, ¿no?
– Para mí y para todos. La gente no rebotaría de risa si no se viera reflejada; ésa es la clave del género stand up comedy.
– ¿Intentó censurarte tu papá?
– No. Él es el director, pero yo soy el autor.
– ¿También es verdad lo de las muñecas inflables?
– El origen es verdad, pero lo llevo a la exageración; no me pasé la adolescencia con mujeres de plástico.
– ¿Con Paulina Rubio fuiste novio de manita sudada?
– Sí, totalmente. Teníamos 12 o 13 años.
– Tú has dicho que perdiste la virginidad a los 12 años.
– Yo perdí la virginidad con otra mujer que tenía 19 años. Digamos que me violaron.
– ¿Eres un cantante frustrado?
– No. Soy entonado, pude grabar un par de discos, no me fue bien, pero no me frustré. Mi vocación es actuar. El año pasado canté en el Concierto Oye, sólo para que me viera mi hija. Arturo Forzán me invitó, porque “Las ganas de amar” es una de las tres oldies que más le piden.
– Fuiste vecino y amigo de Luis Miguel. ¿Conociste a su mamá?
Sí, claro. Era una mujer muy cariñosa, la típica nonna italiana: linda, amable, dulce, noble, guapísima, divina, y hacía muy rico de comer.
– ¿Qué pasó con ella?
– Ellos se cambiaron de casa y los seguí viendo un rato, pero luego nos dejamos de ver y ya no supe qué pasó.
– ¿Cuál fue el peor numerito alcohólico de tu papá?
– Él era muy hábil para beber, porque no lo veíamos borracho. Cuando yo tenía seis años, un día lo vi prácticamente inconsciente en el sillón de la sala, y no lo pude despertar. Lo que hice fue taparlo con una cobija.
– ¿Te clavase mucho en el físicoculturismo?
– Sí, tuve vigorexia, pero ya estoy curado. Me pasaba tres horas diarias en el gimnasio y andaba cargando mi comida especial en tupperware. No era feliz con mi cintura 27.
– ¿Por qué saliste de Televisa luego de antagónicos en telenovelas y el éxito de “Diseñador ambos sexos”?
– Se acabó mi contrato y no me lo quisieron renovar. Así de fácil.
– ¿Te limita actoralmente la calva?
– Al contrario. Puedo ir mañana a la fábrica de las mejores pelucas y caracterizarme. De hecho, hice dos telenovelas con bisoñé. Lo malo es que en México nadie toma en cuenta que te transformes.
– Todo mundo te avienta el café, ¿no?
– Lo de Martha Figueroa en La sobremesa fue un accidente, y lo de Osvaldo Ríos fue una cobardía, porque él no sabe hacer otra cosa. La única persona que no ha hablado de ese pleito soy yo.
– Él dijo en su momento que lo insultaste por llegar tarde a un llamado.
– Llegó tarde esa vez, luego de llegar tarde durante siete meses. Lo que yo tenía que decirle, se lo dije de frente, y él es tan hombre que me aventó el café. Luego dijo que había insultado a su familia y a Puerto Rico, y no es verdad.
– ¿Te falló la meditación?
– La meditación me lleva a un equilibrio conmigo mismo, con los demás y con el universo. Me creo tranquilo, pero tampoco soy Gandhi.
– ¿Crees en la reencarnación?
– Sí. No puede ser que mi hija tenga la suerte de vivir en una casa poca madre y que otra niña de su edad tenga que pedir limosna en la calle. La única manera de entender esto, es que juegas en diferentes vidas a ser de todo.
– O es una injusticia humana, ¿no?
– Si así fuera, esta vida sería una porquería, pero no creo.
– ¿Hollywood es una asignatura pendiente?
– Hollywood me vale m… Preferiría triunfar en España, en mi propio idioma.
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