México, D.F. / Julio 15.-
J. K. Rowling, es la madre literaria de Harry Potter, el niño mago que no tiene padres pero sí poderes mágicos que le permiten evadirse a un mundo de fantasía. Es una de las mujeres más ricas de Gran Bretaña, su fortuna estimada en más de mil millones de dólares es muy superior a las riquezas de la reina de Inglaterra.
La autora que conquistó al público infantil con los siete libros de la saga de “Harry Potter” que se publicaron en inglés entre 1997 y 2007 y que han vendido más de 450 millones de copias en el mundo, es una filántropa que apoya instituciones de caridad como Comic Relief, One Parent Families y Multiple Sclerosis Society of Great Britain.
Conocida mundialmente con el nombre de J. K. Rowling, la narradora que abrió un amplio mundo a la literatura de magos para niños y jóvenes nació el 31 de julio de 1965 en Yate, Inglaterra, con el nombre de Joanne Rowling.
Tras un primer matrimonio fallido con el periodista portugués Jorge Arantes y con una hija pequeña en brazos, la escritora británica comenzó a imaginar el mundo del niño mago durante un viaje en tren entre Manchester y Londres, en 1990. Siete años después vio publicado el primer libro de la saga que muchos editores rechazaron por considerarlo complicado para los lectores.
Su historia de éxito cambió por completó su vida modesta y llena de carencias. En sólo cinco años se convirtió en multimillonaria, no sólo porque sus libros comenzaron a alcanzar ventas extraordinarias, sino porque también se vendieron los derechos para llevar sus historias al cine.
Las mudanzas marcaron la vida de Joanne Rowling. Cuando tenía cuatro años sus padres se trasladaron a Winterbourne; a los nueve, la familia se mudó a a Tutshill, en Gloucestershire. Fue ahí, durante su adolescencia, que una tía abuela le dio una vieja copia de la autobiografía de Jessica Mitford, a partir de ahí leyó todos sus libros y se convirtió en su heroína, tanto que a su hija la llamó Jessica.
Desde niña, Rowling disfrutaba escribir historias fantásticas que relataba a su hermana Dianne. En la adolescencia tenía muy claro que quería ser escritora, por eso realizó estudios de Lengua y Literatura Francesa en la Universidad de Exeter.
Convertirse en escritora consagrada no fue fácil, comenzó a desplegar el mundo de Harry Potter en escritos a mano que hacía en mesas de cafeterías mientras dormía en una canastilla a su hija Jessica; también escribía por las noches; luego le tocó tipear en una vieja máquina todas las cuartillas.
Muchos años fue profesora de Francés en Escocia y de Inglés en Portugal. “Durante un tiempo fui ayudante de investigación de Anmistia Internacional; fue una experiencia muy interesante, aunque no creo haber sido de mucha ayuda, ya que soy una desorganizada terminal”, asegura en su página oficial en español: http://www.jkrowling.com/es.
Luego de su segundo matrimonio, ahora con el anestesiólogo Neil Murray —por eso a menudo utiliza el nombre Joanne Murray cuando lleva a cabo asuntos privados— la escritora enfocó toda su energía a la conclusión de la saga, a disfrutar a su familia y a emprender causas sociales, no sólo en la vida real, sino a través de sus personajes dotados de inspiración social, moral y política.
Rowling, admiradora de la banda de música The Smiths, comprendió la muerte cuando falleció su madre, víctima de esclerosis múltiple; eso le ayudó a dotar a Harry Potter de un mayor dolor en su historia. “Estaba escribiendo Harry Potter en el momento en que mi madre murió. Jamás pude hablarle sobre Harry Potter”.
La autora no ha estado exenta de demandas. Tras la aparición de “Harry Potter y el cáliz de fuego”, la escritora enfrentó una demanda millonaria por parte de los herederos de Adrian Jacobs, quienes la acusaron haber plagiado la novela “Las aventuras de Willy el mago” escrita en 1987 y exigían una compensación económica de 587 millones de euros.
La autora triunfó en los tribunales y concluyó la saga con “Harry Potter y las reliquias de la muerte”, no tiene planes de hacer un octavo título, un año después publicó “Los cuentos de Beedle el bardo”, un libro de relatos para niños que lanzó en una edición limitada de sólo siete copias hechas a mano con ilustraciones de la misma Rowling; uno de los ejemplares fue subastado en 3.98 millones y la suma fue donada a la campaña The children’s voice; la demanda de los lectores llevó a hacer una edición masiva que tuvo buena recepción.
Tras ese libro, nada nuevo ha publicado.
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