Los Ángeles, Cal. / Oct. 29
La tragedia, en la forma del asesinato de su madre, su hermano y su sobrino, se ha cebado con la actriz estadounidense Jennifer Hudson, una “cenicienta moderna” a la que el destino aguardaba una mala pasada tras alcanzar la cima con su Óscar por “Dreamgirls” y publicar su primer disco en solitario.
El cuerpo del pequeño Julian, de 7 años, fue encontrado el lunes en un vehículo abandonado después de que la policía hallase muertos a la madre de la actriz, Darnell Donerson, de 57 años, y al hermano, Jason Hudson, de 29, asesinados a tiros en la casa de la familia en Chicago.
El padrastro del niño, William Balfour, que se había separado recientemente de la hermana de la intérprete, Julia, pasó a ser el principal sospechoso, pero hasta el momento no ha sido acusado directamente.
Un golpe brutal para esta joven de 27 años a la que nadie le regaló nada y que perdió a su padre, un conductor de autobuses, en 1999.
Creció cantando en coros de gospel de Englewood, al sur de Chicago, actuando en producciones teatrales comunitarias y apareciendo en musicales de Disney hechos en cruceros, aunque el público estadounidense supo por primera vez de ella en 2004, cuando quedó en séptimo lugar en el concurso televisivo “American Idol”.
Cuando el programa redujo sus participantes a 12, poco a poco fue logrando hacerse con la admiración del público, gracias a las versiones de temas como “Circle of Life”, de Elton John, o de “I Have Nothing”, de Whitney Houston, ídolo de Hudson.
El propio Elton John dijo que la joven era “la mejor del lote”, aunque el jurado finalmente no opinó de la misma forma.
La oportunidad de oro le llegó cuando se hizo con el papel de Effie White en “Dreamgirls” (2006), un rol al que aspiraron cerca de 800 mujeres y que la hizo brillar, en su primera aparición en el cine, por encima de compañeros de reparto como Eddie Murphy o Beyonce Knowles.
Esa cinta le deparó el Óscar a la mejor actriz secundaria en 2007, la guinda a un pastel que contaba ya con los galardones del Globo de Oro, el BAFTA británico y del sindicato de intérpretes estadounidenses, entre muchos otros.
La actriz, que recibió el premio de la Academia de Hollywood de manos de George Clooney, dio las gracias, con la voz entrecortada por las lágrimas, a su familia y especialmente a su abuela porque aseguró que ésta había sido su “mayor inspiración”.
“Mira lo que puede hacer Dios”, dijo la galardonada, tras recordar que su abuela siempre había querido ser cantante y nunca lo logró.
La tragedia le llega a Hudson en su mejor momento profesional, un mes después de haber publicado su primer disco en solitario (que vendió 217.000 copias en su primera semana) y con “The Secret Life of Bees” en cartelera, un drama dirigido por Gina Prince-Bythewood con un reparto repleto de mujeres, como Queen Latifah, Dakota Fanning o Alicia Keys.
También apareció este año en “Sex and the City”, el filme basado en la serie homónima que se convirtió en uno de los grandes éxitos del año, con 55,7 millones de dólares en su primer fin de semana de exhibición.
Y además tiene pendiente el estreno de otra película, “Winged Creatures”, junto a Forest Whitaker, Guy Pearce, Kate Beckinsale y Dakota Fanning.
La tragedia ha conmocionado a todo Estados Unidos e incluso el aspirante demócrata a la presidencia, Barack Obama, publicó un comunicado para mostrar su dolor por lo sucedido.
“A Michelle (la esposa de Obama) y a mí se nos rompió el corazón tras conocer esta tragedia inimaginable y queremos que Jennifer sepa que está en nuestros pensamientos y oraciones durante este tiempo tan difícil”, rezaba la nota del senador por Illinois, el estado que acoge a la ciudad de Chicago.
Hudson fue la encargada de cantar el himno nacional durante la celebración en Denver de la Convención Nacional demócrata en agosto, a solicitud personal de la campaña de Obama.
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