Acapulco, Gro.-
El dilema de que te guste un salsero como Marc Anthony y de que a tu pareja no le guste bailar, es lo que muchas mujeres, acapulqueñas o no, viven.
Y es que el público del neoyorquino, mayoritariamente femenino, tiene que encontrar la forma de sacarle brillo a la pista. Algunas prefieren hacerlo solas, otras con las amigas, unas más le sacan partido al vestido ceñido para coquetear con algún valiente que sepa bailar la rumba.
Con canciones de amor, besos y coqueterías, el originario de Puerto Rico se puso a bailar, para inspirar a los casi seis mil asistentes al Mundo Imperial de Acapulco.
Entre “Valió la pena”, “Y hubo alguien” y “Hasta ayer”, Anthony se dio tiempo de posar para una que otra “selfie”, escuchar piropos, besar y autografiar banderas puertorriqueñas.
“¿Dónde está la fiesta?”, exclamó el cantante que apareció con su tradicional traje negro y sus lentes oscuros. Invitó a su público levantarse y bailar.
Algunas de ellas tuvieron suerte de haber ido acompañadas con un caballero bailador, mientras otras mejor dedicaron sus fuerzas a cantar los casi 14 temas que transcurrieron en dos horas.
Entre bebidas, el calor y los vestidos brillantes y ajustados, el puerto guerrerense se dio la oportunidad de bailar salsa.
“La gente”, de Marc Anthony le cantó y le rodeó del calor de Guerrero. Con su show lleno de energía, luces, baile, halagos y su tradicional “llámame luego”, el intérprete también cantó “Más que ayer”, “Que precio tiene el cielo”, “Te conozco bien” y “Mi gente”.
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