Reynosa, Tam.-
“Dígame usted Jacobo, ¿un periodista como usted a qué horas se acuesta?”, con esto inicia la conversación que realizó la última diva de México, María Félix.
La entrevista se puede revisar en las redes sociales, donde la actriz pone ”a sudar” a Zabludowsky, comunicador de Televisa, quien estaba acompañado de Pedro Ferriz Santacruz, allá por los años 70s.
Aunque la edad era tema para la actriz, pues no le gustaba hablar de esta, María de los Ángeles Félix Güereña, mejor conocida como María Félix nació en Álamos, Sonora un 8 de abril de 1914.
Era una “mujerona” que usaba pantalones y le gustaba imponerse en cualquier charla. Ella había trabajado mucho y sentía que se merecía tener un lugar en el cine, medio que le dio un lugar mediático inalcanzable, si acaso comparable en parte con la actriz Dolores del Río, con quien por cierto rivalizaba.
”La doña”, sobrenombre que salió a partir de su personaje bronco en “Doña Bárbara” (1943), fue una mujer que no le gustaba mucho salir en los medios televisivos, aunque concedió entrevistas muy largas a Zabludowsky a la actriz Verónica Castro.
Ella estuvo casada con el compositor Agustín Lara, quien le escribió “María Bonita”, el actor Jorge Negrete, el banquero Alexander Beger y el pintor Antoine Tzapoff
Fueron 47 filmes donde protagonizó en países como España, Francia, Italia, Argentina y México, entre los que destacan ”Enamorada”, “El Peñón de las Ánimas” y “Tizoc: amor indio”, entre otras, pero nunca en Hollywood que nunca le dio el personaje de carácter que ella pretendía.
Vivía en París, como en la Ciudad de México. Su personalidad deslumbraba a donde acudiera. Hay miles de anécdotas en torno a la actriz, que con seguridad dará mucho e qué hablar.
Su muerte fue curiosamente el mismo día en que nació, un 8 de abril de 2002, a la edad de 88 años dejó muchas dudas. Sus pertenencias no fueron repartidas a sus familiares, sino a Luis Martínez de Anda, su asistente personal por 28 años.
Su hermano Benjamín Félix Güereña, solicitó una exhumación de su cadáver porque se notaban irregularidades en su inhumación. Fue como una carcajada más de “la doña”, que hasta de su misma muerte hizo lo que quiso.
“Todos sabemos que María pertenece a la raza de las divas y los ídolos. Subrayo que esa raza es una estirpe no de la sangre sino del talento, o más exactamente del genio”, diría el poeta Octavio Paz sobre María Félix.
Tomado de YouTube:
Discussion about this post