México, D.F.-
Tras su paso en 2011 por México, Miley Cyrus derrochó baile y sensualidad ante 15 mil personas en la Arena Ciudad de México. La nacida en Nashville, Tennessee no mostró excentricidades y complació con sus éxitos por cerca de 90 minutos a quienes esperaban por ver a la polémica cantante.
Minutos antes de la hora pactada y aun sin que el público llenara el recinto, lleno de globos, la ex “Hannah Montana” salió después de que una de las tres pantallas atrás del escenario mostrara poco a poco su cara. A las 20:52 horas y rodeada de bailarinas y botargas como un tigre verde, un mono rosa y un caballo rojo salió moviendo su trasero y sacando la lengua para enloquecer al público.
“Ciudad de México, ¿cómo están? Empecemos esto”, saludó antes de iniciar su repertorio con “SMS (Bangerz)”, con la que recorrió el pasillo en forma de cruz.
Tras darle nalgadas al trasero de su bailarina, la cantante de 21 años cantó “4×4” y la acompañó de sensuales movimientos para desaparecer un momento y regresar en “Love money party” con lentes de sol grandes y un traje de baño del mismo color pero más oscuro en un tema donde ahora ella fue golpeada.
“Esto es asombroso, quiero decirles que ayer tomé mucho tequila, me enfiesté y terminé vomitando en mi bolso, pero estoy bien”, fueron palabras como preámbulo a “Maybe you’re right”.
Un vestido que parecía un traje tradicional mexicano pero estilizado fue lanzado desde el público. Miley lo sostuvo y en medio de “FU” decidió ponérselo con un sombrero rosa.
“Amé esta playera; muchas gracias”, expresó y siguió con “My darlin’”. Con su tercer cambio de vestuario que incluyó peluca, guantes, bolsa, sombrero y leotardo plateados brillantes brincó junto a sus bailarines al ritmo de “Do my thang” mientras agarraba una de sus partes íntimas y la golpeaba.
Una canción que definió como de amor es “Adore you” donde pidió muchos besos. “Antes de cantar esta canción tengo que contarles que estoy agradecida por estar aquí esta noche y por tener esta voz que me permite llegar a ustedes”.
Así como su padre homenajeó ya a Elvis Presley, ella lo hizo por primera vez en la ciudad de México para después, utilizando glúteos artificiales, bailarle pegado a dos de sus bailarines el tema “23”, haciendo una especie de referencia sexual.
Un video sensual donde se mostró semidesnuda la ayudó a cambiarse por cuarta vez para “On my own”, esta vez usando un juego de leotardo, cintas en la cabeza y bolsa de colores bailando acompañada nuevamente de cinco botargas.
“Esta canción es mi manera de decir que uno pueda ser quien quiera ser, no importa mientras sean ustedes mismos”, dijo para despertar los gritos ante “We can’t stop”.
La emoción se desbordó al sonar los primeros acordes de “Wrecking ball”, que fue una de sus canciones más coreadas y con la cual se despidió. Pero la insistencia de su público la hizo volver minutos más tarde con dos banderas de México, un arco iris inflable y personajes extraños en “Party in the USA” con su quinto traje esta vez más nacionalista con un top de estrellas blancas y un fondo azul y un bikini color rojo.
Antes de desaparecer a las 22:32 horas, cargada por uno de sus bailarines, simuló fumar un gran cigarro de mariguana mientras papeles salieron de los costados del escenario al tiempo que una Miley desenfadada mostraba con alegría una dentadura postiza de grandes dientes.
Así terminó la polémica gira de tres shows en México.
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