México, D.F. / Junio 9.-
Musa de diseñadores y fotógrafos, Naomi Campbell inició su carrera como modelo cuando tenía 15 años de edad. Desde entonces no se ha bajado de los tacones altos y los zapatos estrechos, razón por la cual hoy en día sus pies están deformes.
El doctor Ricardo Esquivel, cirujano ortopedista y traumatólogo, comenta que si algún día la modelo llegara a su consultorio para una revisión médica, lo primero que notaría es que sus pies tienen muchísimos defectos.
“La anatomía correcta del pie consiste en que los huesos de los dedos, metatarsianos y falanges, formen una línea recta. En caso de que se alteren, se habla de que existen lesiones y defectos”.
El médico, miembro de la barra médica Por Su Salud AC, explica que para fines médicos, los dedos del pie se numeran, siendo el gordo el uno y el chico, el cinco.
“El primer dedo es el que lleva el control y el funcionamiento adecuado de todo el pie. Cuando su metatarso y falange se alteran, también lesiona a los demás.
“Los zapatos incómodos y ajustados son la principal causa de que en el primer dedo se forme el metatarso primo varo, conocido popularmente como juanete. La presión que ejerce usar zapatos muy estrechos es tan fuerte que poco a poco va moviendo el dedo hacia adentro, hasta que se deforman sus tendones, ligamentos y músculos.
“Cuando existe esta alteración los demás dedos también se van alterando. Con el tiempo se forman los llamados dedos en garra, justo como los que presenta la modelo”, explica el médico.
Además, con el uso de tacones tan altos, mayores de 10 centímetros, se altera la fase de la marcha (talón, mitad y punta) pues, para mantener el equilibrio, los primeros que se apoyan son los dedos.
“Este movimiento altera las falanges, provocando que los dedos se deformen. Con el tiempo, también se lesionan las rodillas, tobillos y cadera y coxis”, advierte.
Otra de las consecuencias de usar zapatos muy ajustados son los callos, que se producen debido a la fricción constante en los pies.
“Se produce una hiperqueratosis, es decir, se engrosa la piel, tanto la de los dedos, como la del talón”.
Existen buenas noticias. Las cirugías de los pies están muy adelantadas y ahora resultan menos dolorosas, aunque sí son molestas, y el paciente tarda en recuperarse entre cuatro y seis semanas.
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