Monterrey, N.L. / Abril 1.-
Considerado por muchos rockeros y críticos de la música como un genio y un revolucionario, Peter Gabriel dictó no solo cátedra de lo que debe ser un concierto de Rock sino de cómo mantenerse vigente a pesar de casi 40 años de carrera profesional.
Al cerrar la noche del martes en la Arena Monterrey su gira mundial, el músico inglés y ex vocalista de Genesis definió en apenas dos horas y media un diálogo con el público asistente –unas seis mil personas-, a quienes involucró en la serie de historias que fue narrando en 20 temas clásicos de su repertorio.
Cual viejo chamán de una tribu que hereda sus conocimientos a las nuevas generaciones, Gabriel fue narrando, acompañado de una mezcla musical entre rock progresivo, ritmos africanos, jazz, New Age y rock duro; 20 historias relacionadas entre si, aunque distantes en tiempo y espacio.
Las notas de “The Feeling Begins”, obertura de la película “La ultima tentación de Cristo”, fueron el inicio del recital, seguida de “Rhythm Of The Heat”, en el que se mezclaron los ritmos africanos con el rock progresivo, en una atmosfera envolvente, cargada de sensualidad, en la cual la voz del camaleónico Gabriel pasa de tonos bajos a los más altos, marcando a la audiencia a fuego lento.
Peter Gabriel solo puede ser definido por sus aciertos musicales: para ello ahí esta “On the Air” un tema con más de 30 años de existencia, y que aún suena fresco y vital.
El intérprete inglés se dirigió en varias ocasiones en español a su público, disculpándose por hablarlo mal, para presentar breves explicaciones sobre los temas que seguirían.
En una gran pantalla de televisión que ocupaba la parte trasera del escenario, una sucesiva serie de imágenes sicodélicas con figuras e colores intensos, enmarcaron las diversas interpretaciones del grupo.
Siguieron casi sin pausa los temas “Games Without Frontiers” y “No Self Control”, en los cuales la vitalidad de Gabriel fue apreciada por el publico, que veía al ex Genesis correr de un lado al otro del escenario, sin perder nota ni sonar desafinado.
En “Mother Of Violence”, la hija del inglés, de nombre Melannie; mostró la calidad y potencia de su voz, al prácticamente reinventar el tema que su padre escribiera hace más de 20 años, con tonos altos que calaban hasta los huesos, y que el publico le agradeció de pie y con fuertes aplausos.
Un tema más nuevo y poco conocido fue “Down To Earth” unica colaboración de Peter Gabriel en el soundtrack de la película Wall-E de los estudios Pixar, el cual fue recibido con frialdad y escepticismo por los fans.
Pero todo cambió con la festiva “Solsbury Hill”, el primer éxito de Peter Gabriel en su carrera solista, y en la cual se puso a bailar con sus músicos en una coreografia sencilla pero cautivante.
Enseguida, el erotismo y la contundencia de “Sledgehammer”, hit radial de los 80´s que encumbró a Peter Gabriel al nivel de superstar, provocó que todos los asistentes de la Arena, incluidos personal de seguridad, terminaran bailando.
Después de 2 horas y media de música, concluyó el concierto. De la banda abridora, Travis, solo quedó el recuerdo de haber cumplido la tarea: entretener.
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