Poco menos de un segundo se posó el dedo sobre el obturador. La imagen quedó en la tarjeta de memoria de la cámara y meses de trabajo; más de 200 participantes; miles de votos e interminables horas de planeación sobre locaciones, horarios, peinados, bikinis, maquillaje e iluminación, se habían quedado atrás. La invasión latina se deja sentir y el mercado sajón e hispano exige cada vez más, a mujeres de esta ardiente y bella cultura.
La portada del nuevo calendario de Quepasa.com Latinas Illustrated en traje de baño 2009 aguarda sólo la selección final y de las 13 latinas finalistas, entre peruanas, mexicanas, brasileñas, colombianas y venezolanas, saldrá la portada del almanaque, la cual se definiría antes de octubre próximo, fecha en la que John C. Abbott, director de Quepasa.com, Jorge A. Cano Jr., fundador de Latinas Illustrated y el equipo editorial, tendrán la responsable decisión final.
Los ritos de una locación arrancan desde las 6:30 de la mañana, maquillaje, peinado, vestuario, un desayuno expreso y a viajar. El primer sitio pre-seleccionado obliga a improvisar a camarógrafo e iluminadores, maquillista y peinadora, cual ilusionistas sobre el escenario, hacen ver al cuerpo y rostro de las modelos siempre frescos, limpios, siempre sonrientes.
El sol avanza y el tiempo obliga a pasar a la siguiente locación. Cambian los planes, hay demasiada gente.
Gerencia de producción, fotógrafo, coordinadora de moda y director, obligados, deben cambiar, es cuestión de minutos, el tiempo avanza.
Un lugar discreto, de infinita belleza y donde sólo un auto curioso hace tomas caseras; la sesión es rapidísima y se logran hermosas tomas.
Cae la tarde, la última sesión del día. Playa sucia, culpa de una tormenta, el equipo en pleno se dedica a limpiar parte de la playa; el sol amenaza irse, faltan dos modelos; una de ellas inicia en una palmera, termina recostada y jugando exóticamente sobre las coquetas olas del mar.
Una más, la última del día, tiene que sobreponerse a un sensible incidente, peligra la sesión; el relevo de cámara toma la decisión y hace las tomas, una, dos, tres, al final, más de 15 impresiones. Todas de alta calidad.
El sol ha caído, todos están satisfechos, hay que regresar al hotel… A planear, siempre a planear, sobre una larga mesa en el comedor, la última cena del día del lugar, siempre el equipo de producción, siempre el mismo lugar, siempre diferentes locaciones; ya de madrugada les dice que deben cerrar. Con rostros cansados pero bien satisfechos, saben que a esto, a esto aún le falta para terminar.
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