Nueva York, E.U.-
La última cinta de Steven Spielberg, “Las aventuras de Tintín”, sigue cosechando frutos y recaudando dinero en las taquillas del mundo cuando este viernes se estrena en México “Caballo de Guerra”, la nueva película del prolífico director.
Cuando no está produciendo, está filmando o tramando una nueva película. Sin embargo, según contó en el Hotel Regency de Nueva York, al director hay sólo dos cosas que lo relajan y lo sacan del mundo del celuloide: sus hijos y las aplicaciones de su iPad.
“No he tenido tiempo libre durante los últimos dos años y medio, pero te diré que lo que realmente me gusta hacer en mis momentos de ocio es jugar con mis hijos.
“Eso es algo para lo que siempre tengo tiempo, es mi prioridad. Me encanta interactuar y estar con ellos. Así es como me relajo en épocas de mucha intensidad, es lo único para lo que me queda tiempo, pues no he tenido vacaciones en los últimos 36 meses, ¡una locura”, contó el director al que el guionista de “Caballo de Guerra”, Richard Curtis, le recordó entre risas, “eso no es cierto Steve, pues recuerdo haberte llamado un día en el que me dijiste que no podías hablar porque habías conseguido volar 147 aviones en tu iPad y te estaba interrumpiendo. Estabas a punto de lograr un récord y yo lo iba a arruinar”.
Una buena app equivale a 15 minutos de relajación… “¡Es verdad!”, aceptó Spielberg, “bueno, tengo que confesar que algunas veces una buena aplicación es lo único que logra darme 15 minutos de verdadera relajación”, agregó el director que también parece haber sucumbido a la fiebre del iPad que rompe récord de ventas en Estados Unidos.
-No quiere lágrimas
Además de estar siempre en la vanguardia tecnológica dentro y fuera de la pantalla grande, el realizador conoce bien a las audiencias y sabe cómo tocar su sensibilidad.
“Cuando vi la obra de teatro de “Caballo de Guerra” en el Lincoln Center lloré. La historia me provocó una catarsis profunda porque trata de la relación entre un joven y un animal indefenso y los lazos que se crean entre ellos. Y sé que ésta es una película que puede llegarle a la gente, pero juro que nunca me siento con Richard Curtis a trabajar y a decir: ‘a ver, vamos a hacer una historia que haga llorar a la gente, incluso a los hombres’ (risas). Es algo que se da de forma natural”, afirmó. Pero, el gran reto al que Steven tuvo que enfrentarse esta vez fue al de trabajar con caballos, acerca de lo cual bromeó. “Todo lo hicimos a través de los entrenadores de los animales, ellos eran los que lograban que los caballos hicieran y se comportaran como lo requería la escena; ¿se preguntan si alguna vez me llevé al caballo a un lugar apartado y relajado para hablar con él? No, ninguna, ni una sola vez”.
Caballo de Guerra es una cinta que además de los entrañables lazos creados entre el joven Albert (Jeremy Irving) y su caballo, también habla de la Primera Guerra Mundial y sus devastadoras consecuencias. En ella, además de todas las pérdidas humanas (20 millones de personas), murieron alrededor de 8 millones de caballos arrastrando cañones y ambulancias, trasladando tropas, combatiendo y siendo objetos de canje o maltratos.
-Al rescate de la historia
Spielberg explicó que su interés por el pasado y la historia no es gratuita. “Me preocupa mucho que la historia parece desvanecerse con toda la información que recibimos constantemente de los medios, consumimos tanta cultura contemporánea que ya casi no queda espacio para mirar hacia atrás. Nuestros jóvenes ya no tienen tiempo para reflexionar acerca del pasado, es muy complicado”, explicó.
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