México, D.F.-
El actor Mauricio Garcés, quien logró consolidar su carrera con más de 60 filmes y es considerado como el “eterno seductor”, se mantiene vigente en la memoria colectiva, a 23 años de su muerte, gracias a su personaje de casanova que enamoraba a cualquier mujer.
Su alter ego “Mauricio Galán”, quien era un hombre sofisticado, elegante y sobre todo metrosexual capaz de conquistar a cualquier mujer, es recordado entre los mexicanos debido a sus celebres frases como “Las traigo muertas” o “Que difícil debe ser tenerme y después perderme”.
Mauricio Férez Yásbek nació el 16 de diciembre de 1926 en Tampico, Tamaulipas (México), en el seno de una familia de origen libanés de la que surgieron varios afamados fotógrafos.
A los siete años se trasladó al Distrito Federal para mejorar su situación económica y estudiar Ciencias Químicas, carrera que tuvo que truncar para dedicarse a trabajar. Fue cobrador en una empresa de muebles y redactor en un diario capitalino.
Tuvo su primer acercamiento con el mundo del espectáculo vendiendo joyas entre los artistas, pues representaba a una casa de alhajas. Y gracias a su físico le dieron algunos roles pequeños, con lo que comenzó una carrera exitosa.
Gracias a su tío Tufic Yásbek, un popular retratista de estrellas de cine, Mauricio Garcés ingresó en el mundo de la farándula mexicana, y más tarde incursionó en la radio, primero en la XEQ y luego a la XEW.
Posteriormente, el productor José Yásbek lo incluyó en el reparto de “La muerte enamorada” (1950), comedia estelarizada por Miroslava y Fernando Fernández.
A partir de esa producción cinematográfica, Mauricio adoptó el apellido artístico Garcés, al considerar que la letra “G” podría traerle buena suerte y convertirlo en una estrella del calibre de sus ídolos Clark Gable, Gary Cooper y Cary Grant.
Sin embargo, comenzó a destacar hasta 1959 cuando el actor y productor Abel Salazar le ofreció un co-estelar en la trilogía “Los hermanos Diablo”, “El renegado blanco” y “Venganza”, tras lo cual alternó el cine con la televisión en programas de variedades y series de comedia.
Luego de su película debut siguió “El señor gobernador”, en la que compartió créditos con Luis Aguilar y Rita Macedo. En dos años hizo cuatro películas, todas dirigidas por Ernesto Cortázar.
La imagen de Garcés, que pudo explotar en más de 60 películas, siempre fue la de un hombre inmaculadamente vestido, pelo plateado y un cigarrillo en mano mientras preparaba otra táctica de seducción.
Trabajó en la telenovela “Gutierritos”, basada en la vida de un hombre humillado por su mujer, sus jefes y compañeros de oficina, pero de buenos sentimientos, y actuó en el programa “Cita Ponds” con el comediante Chucho Salinas.
Después regresó a la pantalla grande en “Cómicos de la legua”, trabajo que lo definió como comediante, y participó en “Cuando viva Villa! Es la muerte”, con Pedro Armendáriz; “Mientras el cuerpo aguante”, “El joven del carrito” y “La estrella vacía”, con María Félix.
En 1966 realizó el personaje de galán otoñal, elegante y mundano que lo hizo famoso, surgido gracias a la productora Angélica Ortiz, madre de la actriz Angélica María, quien lo contrató para estelarizar “Don Juan 67”, primera de una serie de filmes en los que interpretó a su alter-ego “Mauricio Galán”.
Participó en varios largometrajes como “Mundo de los vampiros” (1960), “Estoy casado, ja, ja, ja” (1961), “El cuerpazo del delito” (1968), “Click, fotógrafo de modelos” (1968), “Departamento de soltero” (1969) y “Fray Don Juan” (1969).
“Despedida de casada” (1966), “Cuernavaca en primavera” (1965), “Perdóname mi vida” (1964), “Napoleoncito” (1963), “Lástima de ropa” (1961) y “El jinete negro” (1960) son otras de las películas en las que quedó inmortalizado Mauricio Garcés.
Algunos de los títulos más populares de la extensa filmografía de “El Zorro Plateado”, como también se le conocía, son: “Sólo para ti” (1966), “El día de la boda” (1967), “El matrimonio es como el demonio” (1967), “El sinvergüenza mujeriego” (1986), “El sátiro” (1980) y “Mi fantasma y yo” (1985), su última película.
Una de las películas más recordadas del actor es “Modisto de señoras” (1969), escrita, dirigida y producida por Mario Zacarías, en donde se planteó a un verdadero “Casanova” vestido de diseñador gay, para distraer la mirada, la atención, los celos y hasta cualquier intento de venganza por parte de algún marido agraviado.
A la lista se suman los filmes “Tápame contigo” (1969), “24 horas de placer” (1968), “Vidita negra” (1971), “Con amor de muerte” (1972), “Las tres perfectas casadas (1971), “Cómo atrapar a un Don Juan” (1970) y “La cama” (1972).
En la mayoría de las películas su papel era el de un casanova que enamoraba a cuanta mujer se le ponía enfrente con sus dotes de Don Juan, generalmente millonario y con un estilo cómico inigualable.
Además del éxito que alcanzó en la comedia, Mauricio Garcés también interpretó papeles dramáticos, como en la popular telenovela “Gutierritos” (1958), donde el carismático actor participó al lado de los actores Rafael Banquells y María Teresa Rivas.
El creador de la frase “Las traigo muertas”, también participó en varias series televisivas durante muchos años, tal es el caso de “Piso de soltero”, “El programa de Mauricio”, y su serie “Salón de belleza”.
Fue dirigido por varios directores en sus más de 60 películas, en las que alternó con figuras destacadas del cine mexicano como Rosita Arenas, María Elena Marqués, Elvira Quintana, Lorena Velázquez, Angélica María, Ana Luisa Peluffo y Claudia Islas, entre otras.
A lo largo de su vida, Garcés manejó dos personalidades, en público, era un sex symbol visto con frecuencia en las funciones públicas con grandes personalidades, y al mismo tiempo, era un hombre que además de su afición al tabaco, se dedicaba a su madre y amigos, guardando celosamente su aislamiento.
A pesar de su imagen en pantalla como gran seductor y mujeriego, el hombre de la mágica sonrisa nunca se casó, ya que como él mismo decía: “Nunca he encontrado a la mujer de mis sueños”.
Después de la muerte de su madre, la salud del carismático actor comenzó a quebrantarse, y el 27 de febrero de 1989 murió en su casa de la Ciudad de México, a los 63 años, víctima de enfisema pulmonar.
En el 15 aniversario de la muerte del famoso seductor cinematográfico fue develada una caricatura alusiva, realizada por Luis Carreño, en un restaurante del Polyforum Cultural Siqueiros.
No obstante, su imagen fue recordada en “Castidad”, largometraje protagonizado por Bruno Bichir, en el que personifica a “Lucas”, un escritor de novelas admirado por las mujeres, quien está a punto de contraer matrimonio con su novia “Sandy”; sin embargo, su compromiso será cancelado por ser considerado un “Don Juan”.
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