Cd. de México.- El Papa Francisco dijo sentir una “gran alegría” por su inminente viaje a México, donde miles de personas lo estarán esperando el viernes en la noche con linternas y teléfonos celulares encendidos para establecer un récord mundial con una multitudinaria “valla de luz y de oración”.
“Cuando ya falta muy poco para mi viaje a México, estoy contento, siento una gran alegría. Siempre tuve un recuerdo especial en mi oración por todos los mexicanos”, dijo el pontífice a través de un video difundido este domingo durante una conferencia de prensa en Ciudad de México.
Portando gafas y sentado en una silla con respaldo tallado en madera, Francisco expresó que espera realizar uno de sus “deseos más grandes” al visitar la Basílica de la Virgen de Guadalupe.
“Poder visitar la casa de la Virgen María como un hijo más. Me acercaré a la madre y pondré a sus pies todo lo que llevo en el corazón”, narró, frente a un retablo con marco dorado.
Linternas y celulares encendidos
Se espera que el avión del pontífice aterrice hacia las 19H30 locales del viernes (01H30 GMT del sábado) en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, para luego dirigirse en su “papamóvil” hacia la Nunciatura Apostólica, en un recorrido de 19 kilómetros.
“Queremos recibir al Santo Padre con una valla especial, le hemos denominado una ‘valla de luz y de oración’ y estamos convocando a la gente que va a estar en este recorrido” hacia la Nunciatura, dijo Roberto Delgado, miembro del comité organizador de la visita, en una conferencia de prensa.
“Estamos buscando que con los teléfonos celulares, que gran parte de la población posee, podamos hacer esta luz por donde vaya pasando el Santo Padre”, explicó.
Los organizadores pidieron a los feligreses llevar sus rosarios para orar durante el recorrido del Papa. También sugirieron encender linternas, pero aseguraron que el Estado Mayor Presidencial prohibió las velas por motivos de seguridad.
“Esto tiene un doble significado: hacer una cadena de oración (…) e imponer un récord de una valla humana de luz de 19 kilómetros, que, si nosotros los vemos en los dos carriles, estamos hablando prácticamente de 38 kilómetros”, comentó Delgado.
“Esto no se ha hecho nunca en ningún país”, destacó.
En su video, el Papa dijo que le “alegra saber que se están preparando para el viaje con mucha oración”.
En varias de las cinco visitas a México del papa Juan Pablo II, cientos de católicos sostuvieron espejos en las calles e incluso sobre las azoteas y ventanas de sus hogares para que el reflejo de los rayos del sol diera la bienvenida al pontífice.
Zonas de violencia y narcotráfico
El Papa estará en México del 12 al 16 de febrero para visitar la capital, el vecino estado de México, el empobrecido estado sureño de Chiapas y el violento Michoacán (oeste) para acabar su gira con una misa en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
“Deseo ir como misionero de la misericordia y de la paz”, recalcó Francisco en su mensaje.
“Quiero estar lo más cerca posible de ustedes, pero de modo especial de todos aquellos que sufren para abrazarlos y decirles que Jesús los quiere mucho”, añadió.
Durante la visita, el pontífice celebrará una misa ante indígenas de Chiapas para luego trasladarse a Juárez, una ciudad fronteriza con Estados Unidos que ha sido sinónimo de violencia y feminicidios, así como estratégica para el tráfico de drogas.
Ahí celebrará una misa final a la que asistirán familias de víctimas de la violencia, entre ellas los padres de los 43 alumnos desaparecidos en septiembre de 2014 en Guerrero (sur).
También en Juárez, Francisco se reunirá con 700 presos.
El viernes, antes de llegar a México, Francisco hará una escala en Cuba para reunirse con el patriarca de Moscú, Kirill, el primero entre los líderes de dos iglesias separadas desde hace un milenio.