Miguel Alemán, Tam. / Julio 15.-
Aunque la circulación sobre la carretera Ribereña está abierta hasta después de Nueva Ciudad Guerrero, donde el paso a Nuevo Laredo está completamente cerrado, algunas comunidades de la región ya sufren los estragos del desfogue de las presas “Marte R. Gómez” y “Falcón”.
Tal es el caso del poblado de Reynosa-Díaz, donde varias familias decidieron abandonar sus hogares debido a que el río Bravo se encuentra a unos metros de sus viviendas.
Donde también se han registrado problemas es en Camargo, donde el vado sobre el río San Juan está completamente anegado y el agua alcanzó una altura que supera los 10 metros. De hecho en este lugar apenas se ve la parte superior de los postes de luz mercurial.
Otro sector que sufrió afectaciones es la zona conocida como “El Murillo”, donde lugares como el centro recreativo “Doña Litha”, el zoológico safari “El Puerto” y el Club Campestre de Reynosa están totalmente inundados.
Parques como “El Santuario” y “La Playita” del Sistema DIF también se encuentran bajo el agua, pues están a unos metros del río Bravo.
De hecho una parte de la carretera Ribereña ya fue alcanzada por el agua, que invade medio carril de circulación, lo que no impide el paso de vehículos.
Donde sí es imposible pasar es hacia Nuevo Laredo, pues en la desviación a Parás, Nuevo León, fue cerrada la circulación de la rúa. De hecho dos letreros sobre la carpeta asfáltica advierten a los automovilistas sobre el peligro mortal al que se pueden exponer en caso de intentar llegar hasta aquella frontera por esta vía.
Mientras tanto, la presa Marte R. Gómez sigue soltando agua, generando un espectáculo impresionante y pocas veces visto en la región.
Con redacción de Gerardo Ramos y Daniel Orozco.-
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