Reynosa, Tam./ Julio 7.-
Residentes cercanos al Puente Internacional Reynosa-Hidalgo están comenzando a colocar costales con arena para evitar inundarse con el desbordamiento del río Bravo, lo mismo hacen empleados de negocios y quienes pueden se están mudando para evitar lo peor.
En cinco horas el afluente del famoso cauce que divide a México de Estados Unidos ya había cubierto los carriles de circulación hacia el lado americano.
Madres de familia, vecinos, empleados federales de fiscalización y obreros municipales -que desde el mediodía llenan costales de arena- aún no pueden creer que están a punto de ver algo que podría ser desastroso para Reynosa, en caso de que el agua siga creciendo, tras el desfogue de presas como El Cuchillo en Nuevo León, por los desastres que causó allá el paso del meteoro “Alex”.
Personas como Enrique Budillo Hernández, habitante de la colonia Del Prado, se aglutinan. Explicó que desde el huracán Beulah en 1967 esto no causaba tanta expectativa.
Incluso, enfermeras del Hospital del Río, situado a unos cuantos metros del Bravo en estos momentos realizan tareas de salvamento, pero de su edificio. Con palas y cubetas arman costales con tierra y los colocan a las entradas del nosocomio, tienen temor.
En el lugar no se observaron a las autoridades de protección civil, sólo equipo pesado llevando montones de tierra, para que una cuadrilla de trabajadores continuaran realizando una barrera de contención.
Desde este lugar ya no se puede avanzar hacia Estados Unidos, por lo cual quienes hacia allá se dirigen prefieren irse al puente internacional de Pharr.
Mientras tanto, el río Bravo sigue creciendo…
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