REYNOSA, TAM.- La escala utilizada para clasificar a los huracanes se llama Saffir-Simpson, esta los clasifica según la intensidad y la velocidad del viento, desarrollada en 1969 por el ingeniero civil Herbert Saffir y el director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos Bob Simpson.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el ojo del huracán alcanza un diámetro que varía entre los 24 y 40 kilómetros; sin embargo, pueden llegar hasta cerca de los 100.
Los huracanes se clasifican en cinco categorías: la primera alcanza vientos máximos de 119 a 153 kilómetros por hora y puede provocar la caída de pequeños árboles y daños al tendido electro.
La categoría 2 tiene vientos con una velocidad de 154 a 177 kilómetros por hora y tras su paso causa daños en tejados, puertas, ventanas y desprendimiento de árboles.
A su vez, la categoría 3 alcanza vientos de 178 a 208 kilómetros por hora, lo que provoca la caída de árboles, daño en tejados, puertas, ventanas y grietas en construcciones.
La categoría 4 va de los vientos de 209 a 251 kilómetros por hora y deja a su paso destrucción de techos en vivienda; por su parte, la categoría 5 logra llevar a los 252 o más kilómetros y causa daño muy severo y extenso en ventanas y puertas, así como falla total de techos en muchas residencias y construcciones industriales.
El huracán patricia, en su entrada a la República Mexicana, fue catalogado como categoría cinco, adquiriendo el título de extremadamente catastrófico, al igual que, el huracán más poderoso que jamas haya azotado México