Washington, E.U. / Abril 29.-
En un evento más próximo a las “relaciones públicas” que al compromiso político, el presidente estadounidense Barack Obama se reunió este jueves con un grupo de personalidades hispanas ampliamente conocidas en Hollywood, en el mundo de la farándula o en los medios de comunicación, para tratar de promover su causa a favor de una reforma migratoria.
Entre los asistentes estuvieron Don Francisco, el popular presentador de la cadena Univisión; las actrices Eva Longoria y América Ferrera, el locutor Eddie Sotelo “El Piolín” y el productor Emilio Estefan. “El presidente escuchó mucho y habló poco”, dijo el presentador de televisión José Díaz Balart, quien señaló que en la reunión se habló de la iniciativa Dream Act, de las cifras record de deportaciones de migrantes en la actual administración y de los problemas de la comunidad latina.
“Fue muy grato conversar uno a uno (con el presidente), sin cámaras, y reflejarle los temores existentes en la comunidad hispana, especialmente sobre movimientos estatales como los de Arizona y Georgia contra indocumentados”, añadió.
Don Francisco aseguró que “el presidente nos dijo, y yo lo apoyo, que nosotros debemos ayudar para modificar la imagen del hispano para que se le acepte y se le integre”.
Dan Restrepo, asesor de la Casa Blanca para el hemisferio occidental, explicó que la reunión de este día ha sido “un esfuerzo del presidente Obama para buscar un diálogo abierto e importante sobre la reforma migratoria. Estas personas pueden ayudar en el proceso”.
Pero el optimismo de los invitados, a quienes Obama aseguró que sigue apoyando “al ciento por ciento la reforma migratoria”, contrastó con el pesimismo de activistas del movimiento proinmigrante que, desde sus cuarteles generales en Chicago, Nueva York y Los Ángeles, consideraron que el acto celebrado en la Casa Blanca fue de meras “relaciones públicas”.
“Con este tipo de actos lo que Obama ha hecho es reconocer que tiene un serio problema de relaciones con la comunidad latina; sabe muy bien que sus acciones están hoy a la baja entre nosotros”, consideró Angélica Salas, de la Coalición pro Derechos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA, por sus siglas en inglés).
“Por eso ha invitado a quienes considera que tienen una gran influencia entre la comunidad. Para tratar de decir, a través de ellos, que lo que está haciendo su gobierno es bueno y con ello mitigar la mala imagen que la comunidad latina tiene del presidente”, añadió con un tono de decepción.
A su vez, el Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por sus siglas en inglés), dijo que “ojalá y que la próxima vez el presidente invite a la Casa Blanca a personas que se han visto directamente afectadas por el problema migratorio”. A manera de ejemplo, mencionó los casos de cientos de estudiantes que enfrentan procesos de deportación y que han visto frustradas sus esperanzas de regularizar su situación tras el fracaso de la iniciativa Dream Act, en diciembre pasado.
Por lo pronto, activistas y sindicatos anunciaron la realización de marchas en distintas ciudades este domingo 1 de mayo para exigir el fin de redadas y deportaciones y reclamar una reforma migratoria.
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