Washington, D.C.-
El presidente estadunidense Barack Obama anunció hoy la apertura de más de 38 millones de acres (más de 15 millones de hectáreas) en aguas profundas del Golfo de México a la exploración y explotación de la industria petrolera y gasífera.
Esta medida, que abrirá a la explotación el 75 por ciento de las reservas recuperables en los próximos cinco años, forma parte de la nueva estrategia energética que Obama delineó en su mensaje sobre el Estado de la Unión y que busca reducir la dependencia en las importaciones de petróleo.
“Por décadas los estadunidenses han hablado sobre cómo reducir la dependencia en el petróleo extranjero, y mi administración ha empezado a hacer algo al respecto”, dijo el mandatario en declaraciones desde Las Vegas, Nevada.
Recordó que en los últimos tres años su gobierno ha implementado una serie de acciones que van desde nuevas regulaciones hasta la apertura de nuevas áreas a la exploración y explotación petrolera.
Como resultado de ello la producción de crudo es la mayor en los últimos ochos años, y durante el 2011 “nuestra dependencia del petróleo extranjero se redujo a su nivel más bajo en 16 años”.
Se estima que el área abierta podría contener reservas cercanas a los 31 mil millones de barriles de petróleo y 134 billones de pies cúbicos de gas natural sin haber sido descubiertos “y técnicamente recuperables”.
Este proyecto marca un distanciamiento de la restrictiva política de exploración que el presidente Obama mantenía desde el inicio de su gobierno y que se reforzó tras el derrame en abril de 2010 de la plataforma DeepWater, explotada por la petrolera Shell.
La nueva estrategia dará continuidad a la política energética orientada a la explotación de recursos naturales, pero sin abandonar la promoción y desarrollo de energías limpias.
De acuerdo con estimaciones de la Oficina de Manejo de Energía Marina (BOEM), que depende del Departamento del Interior, la explotación de la zona centro del Golfo de México es prometedora.
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