Phoenix, E.U.-
Los primeros dos hombres de un grupo de 20 acusados de comprar armas que ingresaron a México en forma ilegal en el marco de la fallida operación “Rápido y Furioso”, aceptaron declararse culpables de conspiración y lavado de dinero.
Jacob Wayne Chambers y Jacob Anthony Montelongo aceptaron a través de sus abogados un acuerdo de declaración de culpabilidad con procuradores federales de California y Arizona, que fue interpuesto este lunes ante una Corte Federal en Phoenix.
Ambos reconocieron haber adquirido en varias ocasiones rifles y pistolas en armerías de Arizona, bajo la falsa declaración de que eran para su uso particular y con dinero facilitado por una banda de contrabandistas que trasladarían las armas a México.
Voceros de las oficinas de los procuradores federales en Arizona y el Sur de California consultados por Notimex rechazaron hacer comentario alguno sobre las declaraciones de culpabilidad.
La relación de Chambers y Montelongo con “Rápido y Furioso” se establece a través de los documentos presentados ante las cortes.
Ambos forman parte de los 20 miembros de una banda de compradores y contrabandistas señalados en la denominada acusación Ávila, presentada por la Oficina del Procurador Federal de Arizona en enero de 2011.
La acusación Ávila es una de varias presentadas a raíz de haber conducido la operación “Rápido y Furioso”, concebida por la procuraduría federal de Arizona para rastrear las dimensiones de las redes de traficantes de armas de Estados Unidos a México.
Sin embargo, para lograr el objetivo de la operación, los investigadores permitieron que los compradores y contrabandistas de armas que estaban bajo vigilancia, adquirieran rifles automáticos de alto calibre y los trasladaran a México.
Muchas de las armas, que pudieran haber sido decomisadas antes de que cruzaran al vecino país, fueron a dar a manos de narcotraficantes de cárteles mexicanos.
Chambers aceptó declararse culpable del cargo de conspiración para contrabandear y adquirir armas declarando falsamente que las compraba para él.
Las autoridades federales lo acusaron de haber recibido entre septiembre y diciembre de 2009, unos 40 mil 718 dólares por parte de Uriel Patiño, otro de los acusados, para comprar al menudeo en armerías de Arizona 79 armas, incluidos rifles AK-47 y Barret M82.
En tanto, Montelongo aceptó su culpabilidad en dos cargos de conspiración para adquirir y contrabandear rifles y pistolas realizando declaraciones falsas ante las armerías que se las vendieron.
Según la acusación, Montelongo recibió más de 150 mil dólares de parte de Patiño para comprar entre enero y julio de 2010 un total de 109 armas en ocho diferentes tiendas de Arizona.
Ambos podrían ser sentenciados a una pena máxima de cinco años de prisión y a pagar una multa de 250 mil dólares.
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