Orlando, E.U.- La Policía federal estadounidense actualizó este lunes en 49 la cifra de víctimas mortales en el atentado cometido en Orlando, el peor en la historia de Estados Unidos, explicando que el atacante había sido contabilizado en el balance inicial.
“Pienso que la que se dio en un momento dado, incluía al atacante. Nosotros no incluimos al atacante como víctima”, explicó Paul Wysopal, agente del FBI a cargo de la investigación, en una conferencia de prensa.
Wysopal agregó que 48 ya fueron identificados y notificadas 24 de las familias.
Además, todos los cuerpos fueron retirados durante la noche del edificio y comenzó el trabajo forense, indicaron las autoridades.
En la madrugada del domingo, Omar Mateen, un estadounidense de origen afgano nacido en 1986, entró en un club gay muy frecuentado de Orlando, tomando rehenes durante varias horas, antes de la intervención de las fuerzas especiales de la Policía local.
El sospechoso, Omar Mateen, entró al recinto armado con un fusil AR-15 y disparó sin descanso, 20 rondas, 40, 50 y luego más, según las autoridades.
En un espacio tan reducido, las balas difícilmente erraban, después disparó a la Policía y tomó rehenes.
Cuando cesaron los disparos en el lugar, 49 personas habían perdido la vida y docenas más presentaban heridas graves en el peor tiroteo masivo en la historia reciente de Estados Unidos.
Mateen, quien según las autoridades había jurado lealtad al al autodenominado Estado Islámico (EI) en una llamada al teléfono de emergencias 911 antes del ataque, falleció en un intercambio de disparos con miembros de los equipos especiales SWAT.
Por su parte, el grupo terrorista reivindicó el atentado y añadió que fue cometido por “un soldado del califato”.
Treinta y nueve personas fallecieron en el interior de la discoteca, y 10 más en hospitales, conforme explicó el Alcalde de la ciudad, Buddy Dyer.
Eddie Jamoldroy Justice, una de las víctimas, envió un mensaje de texto a su madre, Mina.
“Mami te amo. Hay disparos en el club”.
Unos 30 minutos después, escondido en un baño, volvió a escribirle: “Viene. Voy a morir”.
Justice entraría más tarde en la lista de los fallecidos en la balacera.
Al menos 53 personas fueron hospitalizadas, la mayoría en estado crítico, y un cirujano del Orlando Regional Medical Center dijo que era probable que la cifra de víctimas mortales suba.
Hasta el domingo, el tiroteo con más víctimas en Estados Unidos era el ataque al Tecnológico de Virginia en 2007, donde un estudiante mató a 32 personas antes de suicidarse.
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