Hace escasas semanas, Rick Warren, uno de los más influyentes líderes religiosos en Estados Unidos, transmitía una invitación mediante correo electrónico a las campañas de John McCain y Barack Obama.
De inmediato, las campañas de ambos candidatos respondieron afirmativamente para asistir este sábado al que será uno de los más importantes eventos de su campaña para disputarse el apoyo y voto de los evangélicos, una base religiosa que permitió a George W. Bush hacerse con la victoria en el 2004.
“Los temas de la conversación con ambos candidatos estarán relacionados con la economía, la pobreza, la lucha contra el SIDA, los derechos humanos y el cambio climático”, adelantó Warren al asegurar que, más que un acto de aristas religiosas, será un “foro cívico” de carácter incluyente y apartidista en el que Obama y McCain podrán dirigirse (en un formato de entrevistas por separado) a una de las congregaciones religiosas más influyentes en todo el país desde su templo en Lake Forest, California.
A pesar de la tradicional separación entre Iglesia y Estado, la religión ha jugado un papel cada vez más crucial a la hora de elegir al presidente de Estados Unidos. Y, hasta las últimas elecciones presidenciales, los demócratas habían concedido el apoyo de los grupos evangélicos a los republicanos.
Hasta que llegó Barack Obama con una de las más ambiciosas campañas para hacerse con el apoyo de una base religiosa que se le sigue resistiendo. Según los últimos sondeos, más del 67% del electorado de base evangélica apoya a John McCain, mientras que sólo un 24% apoya a Obama.
“Sin embargo, la base religiosa evangélica está hoy más dividida que en el 2004. La situación de la economía y la guerra en Irak han conseguido fracturar a un electorado que está emigrando hacia posiciones demócratas”, aseguró Joshua Dubois, director de asuntos religiosos de la campaña Obama al asegurar que por primera vez un candidato demócrata está ante la oportunidad de conquistar un voto que podría ser decisivo en noviembre próximo.
A pesar de que Obama y McCain comparecerán éste sábado ante uno de los líderes religiosos con más peso e influencia en el sur de California, “sus mensajes tendrán un alto impacto en estados como Ohio, Pensylvannia y Florida”, consideró David Gushee, profesor de ética cristiana en la Universidad Mercer de Atlanta, en alusión al poder de ese vivero electoral evangélico que ha sido leal a la causa republicana por su rechazo al aborto y los matrimonios del mismo sexo.
Precisamente, la tolerancia de Obama frente a estos dos asuntos, su antigua relación con el reverendo Jeremiah Wright –un militante de la teología de liberación negra– y los rumores que le siguen caracterizando como un musulmán, se han convertido en los principales obstáculos para ganarse la adhesión de los evangelistas en una lucha en la que el candidato demócrata se resiste a tirar la toalla:
“El senador Obama sabe que algunos fieles evangélicos, especialmente los jóvenes, ven el mundo de otra manera. Ellos son su mejor apuesta porque les preocupa más la lucha contra la pobreza y la guerra en Irak antes que el matrimonio entre gays”, aseguró Dubois.
Discussion about this post