Londres, Ing. / Marzo 31.-
La visita de Estado del presidente Felipe Calderón empezó con los ceremoniales de bienvenida y una cena, en la que la elegancia de la monarquía y hasta el fútbol caracterizaron una jornada que no ocurría desde 1985, cuando un Presidente mexicano visitó con ese carácter el Reino Unido.
Fue la música de Los Beatles la que anunció la llegada de Calderón y su esposa, Margarita Zavala, al patio de la Guardia Real de la Montada, con las notas de Yesterday interpretadas con gaita.
A rayo de sol, pero con un viento gélido, Calderón comenzó esta visita cargada de actos entre los que se contaron la colocación de una ofrenda floral en la tumba del Soldado Desconocido; un almuerzo con la Reina Isabel II; una reunión privada con el primer ministro Gordon Brown y reuniones por separado con el líder del Partido Conservador, David Cameron, y del Liberal Demócrata, Nick Clegg.
Más tarde y como última actividad, acudió a una cena de Estado cuyos mensajes sólo pudieron ser seguidos por un monitor en un salón del Palacio de Buckingham, donde la norma prohíbe hacer cualquier tipo de grabación, incluso de audio.
Aquí la Reina generó la sonrisa de Calderón y los invitados, pues, para destensar el ambiente cargado de nervios, bromeó con el fútbol, al recordar que su país lo exportó a México, sin embargo, precisó que en este tema “he aprendido en el curso de los años que suele ser prudente no hacer comparaciones nacionales”.
-Resplandeciente bienvenida
Los trajes de gala, las armaduras, los sables y las corazas doradas de los caballos de la Guardia Real, relucieron por la mañana en el patio donde se recibió a Calderón y su esposa. Ambos con traje oscuro y ella con un sombrero azul marino, escucharon los himnos nacionales y las salvas de honor al momento de la llegada.
Luego de saludar de mano a la Reina y con una ligera genuflexión, así como al duque de Edimburgo y al grupo de la realeza que lo esperaba, Calderón pasó revista a la Guardia de Honor. Inmediatamente después una caravana de ocho carruajes condujo a la comitiva mexicana al Palacio de Buckingham para el almuerzo.
Los secretarios de Economía y Medio Ambiente, Gerardo Ruiz y Rafael Elvira, así como la canciller Patricia Espinosa y el vocero presidencial, Maximiliano Cortázar, abordaron los carruajes descubiertos mientras Calderón y la Reina Isabel II, compartieron el carro tirado por seis caballos blancos.
En las avenidas de las inmediaciones de la zona las enseñas de ambos países adornaron el camino por donde desfiló, ante cientos de londinenses, la caravana real.
Testigos de la ceremonia fueron los empresarios Claudio X. González, Lorenzo Zambrano, Armando Paredes y el presidente del COMCE, Valentín Diez Morodo.
Un día de ajetreo que terminó con uno de los banquetes más elegantes, detallados y precisos que se le han ofrecido al mandatario mexicano en el Salón de los Valses, el Palacio de Buckingham, ahí mismo donde Los Beatles recibieron la Orden del Mérito Británico y donde se imponen, bajo un riguroso protocolo, las condecoraciones e investiduras reales.
En la cabecera de la mesa, adornada con cientos de flores, frutas y con vajillas en plata y oro, se colocaron la Reina, el mandatario mexicano, su esposa y el Príncipe Carlos, así como el duque de Edimburgo. De los violines de la Banda de la Guardia de Coldstream, en lo alto, salieron las notas del Fantasma de la Ópera y la Suite Robin Hood, con las que concluyó el primer día de visita formal. Hoy, Calderón viajará a Escocia con la agenda energética bajo el brazo.
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