Una alarma general se desató hoy en Hong Kong, después de que las autoridades confirmaron el primer caso de una niña afectada por el consumo de leche contaminada con melamina en la ex colonia británica, el único hasta ahora fuera de China.
El Centro de Protección de la Salud de la Región Especial Administrativa de Hong Kong confirmó este domingo que una niña de tres años y medio ha desarrollado un cálculo renal, después de consumir los últimos 15 meses leche de la marca Yili.
El caso fue detectado el viernes pasado, cuando los padres de la menor la llevaron a un chequeo médico, ante el escándalo de la leche contaminada en China con melamina, un compuesto usado para fabricar resinas sintéticas y que produce cálculos renales en los niños.
La menor, cuya identidad no fue revelada, tomaba entre dos y tres tazas de 180 mililitros al día de leche enriquecida con calcio Yili, marca involucrada en el caso de leche contaminada, que ha cobrado la vida de al menos cuatro bebés y daños a miles de niños en China.
Médicos de la clínica de Tseung Kwan O de Hong Kong encontraron un cálculo en el riñón izquierdo de la pequeña, que fue extraído con éxito la víspera en el centro hospital Princess Margaret, según un reporte de la agencia china de noticias Xinhua.
A fin de detectar más casos de insuficiencia renal relacionados con la leche adulterada, autoridades hongkonesas pidieron a los médicos de la ex colonia británica estar atentos y exhortaron a la población a dejar de consumir lácteos de las marcas que contienen la melamina.
Hasta ahora un total de 22 empresas chinas han sido relacionadas con la leche contaminada, entre ellas la empresa Yili, que suministró el alimento a hoteles y restaurantes durante los pasados Juegos Olímpicos.
Otra de las firmas implicadas en el escándalo, es la Mengniu, que hasta hace unos meses suministraba leche y otros lácteos al parque de diversiones Disneyland de Hong Kong, que es visitado a diario por miles de visitantes, muchos de ellos extranjeros.
La confirmación del primer caso fuera de China provocó una ola de pánico entre la población de Hong Kong, que abarrotaba esta tarde clínicas y hospitales de la región ante el temor de que su hijos estén en peligro de muerte.
Desde el miércoles pasado, cuando se desató de manera oficial el escándalo de leche adulterada, cuatro bebés han muerto y más de 10 mil han presentado problemas renales, la mayoría en la norteña provincia china de Hebei.
El subdirector provincial de Sanidad, Gao Chunqiu, informó al menos 160 mil bebés de Hebei han consumido leche adulterada, con lo que el número de enfermos o víctimas fatales podría seguir aumentando.
Además de Hong Kong, la alarma se ha esparcido a varios países a los que China exporta leche y derivados lácteos, como Japón, Malasia, Myanmar, Tanzania, Brunei y Gabón, en los que se prohibió su venta y se han comenzado a retirar del mercado.
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