Ciudad del Vaticano.-
Con tres plegarias distintas —hebrea, cristiana y musulmana— comenzará la “invocación por la paz” que dirán este domingo, en los jardines vaticanos, el papa Francisco, el presidente israelí Shimon Peres, su homólogo palestino Mahmoud Abbas (Abu Mazen) y el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomeo I.
Esta simbólica reunión, que tiene como origen la invitación a su “casa” hecha a los dos líderes mediorientales por el Papa en su reciente viaje a la Terra Santa, será, sin embargo, una “pausa política” y por esta razón entre las delegaciones no estarán exponentes de los gobiernos palestino e israelí. El evento iniciará la tarde del domingo con la llegada de los dos presidentes al Vaticano, informaron en una rueda de prensa el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, y el custodio de Terra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa.
Ambos prelados agregaron que los cuatro participantes serían conducidos “al jardín triangular localizado entre la ‘Casina Pio IV’, la Academia de las Ciencias y los Museos Vaticanos”, el lugar donde tendrá lugar la plegaria.
Los medios tendrán acceso sólo en la parte pública del encuentro el cual estará compuesto por una apertura musical, una breve explicación del significado del evento y por tres distintos momentos de plegaria, la primera hebrea (en hebreo); la segunda cristiana (en inglés, italiano y árabe) y la tercera musulmana (en árabe).
“No orarán juntos, para evitar cualquier forma de sincretismo, pero todos estarán en el mismo lugar”, precisó el franciscano Pizzaballa agregando que los “los presidentes no son religiosos, pero son creyentes” y que para orar “no es necesario vestir un hábito religioso”.
La misma fuente dijo que “Abbas conoce muy bien el Corán y Peres la escritura” hebrea y que ambos estarán presentes como “representantes de sus pueblos” y no como líderes religiosos.
Bartolomeo I pronunciará por su parte una oración cristiana, pero las tres oraciones tendrá las mismas características: un pasaje sobre la creación, un solicitud de perdón y una invocación a la paz en medio de breves intervalos musicales. En sus intervenciones cada uno de los orantes “dirán las palabras que consideren apropiadas” a las cuales seguirá su “invocación por la paz”, comento Lombardi, quien dijo que la parte pública de encuentro terminará con “un gesto de paz”, quizás un apretón de manos.
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