Cd. del Vaticano / Mayo 28.-
El Papa Benedicto XVI encomió hoy la iniciativa de los obispos italianos de establecer préstamos sociales para enfrentar la crisis económica y la puso como ejemplo de solidaridad cristiana.
En un mensaje pronunciado ante los participantes de la asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal de Italia, en el Palacio Apostólico del Vaticano, el pontífice habló de los efectos de la turbulencia económica internacional.
“Desde hace meses estamos constatando los efectos de una crisis financiera que ha golpeado duramente el escenario global y alcanzado, en varias medidas, a todas las naciones”, indicó.
Añadió que “no obstante las medidas establecidas en varios niveles, los efectos sociales de la crisis no dejan de hacerse sentir, y también duramente, en modo particular sobre los estratos más débiles de la sociedad y sobre las familias”.
Por ello dijo que aprecia y anima la propuesta del fondo de solidaridad denominado “préstamo de la esperanza”, que será constituido con lo recaudado en una colecta nacional, el próximo domingo, en todas las parroquias de Italia.
En un momento de dificultad que golpea especialmente a quienes han perdido el trabajo, dichos préstamos son un “elocuente testimonio” de cómo se pueden compartir los pesos cargados por unos con los otros, sostuvo.
A lo largo de su discurso, el obispo de Roma se refirió a la “emergencia educativa” que enfrentan en la actualidad familias, jóvenes y también la Iglesia católica.
Según el Papa, esta urgencia se debe, en parte, a la “fuerte fascinación” ejercida por las concepciones relativistas y nihilistas de la vida, las cuales ponen en duda incluso la legitimidad de la educación.
El líder religioso se refirió además a la dificultad de formar “auténticos cristianos”, causada por los problemas de educar hombres y mujeres responsables, maduros, en quienes exista conciencia del bien y de la verdad.
Para atender esto urgen “educadores con autoridad moral” en los cuales las nuevas generaciones pueda mirar con confianza. “Un verdadero formador pone en juego, en primer lugar, su persona y sabe unir autoridad y ejemplo”, apuntó.
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