Dallas, Texas / Noviembre 25.-
Mientras millones de estadunidenses se aprestan a celebrar con banquetes el “Día de Acción de Gracias”, estudiantes universitarios indocumentados en Texas se suman a una huelga de hambre para presionar al Congreso a aprobar la ley Dream Act.
La “Ley para el Desarrollo, Asistencia y Educación para Menores Extranjeros” (Dream Act), crearía una vía a la ciudadanía para miles de estudiantes indocumentados en Estados Unidos.
La huelga de hambre comenzó hace 15 días con nueve estudiantes de la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA) y este martes y miércoles se extendió con 13 estudiantes más en la Universidad de Texas en Austin y unos 30 en los campus de Arlington, Brownsville, Edinburg así como en la Universidad del Norte de Texas en Denton.
Un grupo de estudiantes de la universidad de Texas A&M realizará este jueves un ayuno de un día en solidaridad, pero no continuará la huelga de hambre después de eso, de acuerdo con miembros de “DREAM Act NOW!”, el grupo de estudiantes de la UTSA que organizó la protesta.
El grupo forma parte de una coalición nacional denominada “Unidos Soñamos” (United We DREAM) que reune a estudiantes indocumentados de universidades en todo el país.
Además de la huelga de hambre en Texas, la coalición realiza este jueves manifestaciones y plantones ante oficinas de legisladores federales en Arizona, Florida, Nueva York y otras entidades.
“Ahora que han visto que la huelga de hambre se mantiene y que no se planea detenerla, algunos se han sumado”, dijo Claudia Sánchez, una de las huelguistas de la UTSA.
La Dream Act permitiría continuar sus estudios a los estudiantes indocumentados que llegaron al país antes de cumplir los 16 años y que tengan ya cinco años de permanencia en Estados Unidos.
Quienes califiquen recibirán una residencia temporal de seis años -en tanto cursan estudios universitarios-, que se volvería permanente siempre y cuando conserven durante toda su carrera un buen nivel académico y logren graduarse de la universidad.
Se estima que la Dream Act beneficiaría a unos 825 mil indocumentados, la gran mayoría de ellos menores de 35 años, de acuerdo con el Instituto de Política Migratoria.
La legislación, ha sido rechazada en varias ocasiones en el Congreso a lo largo de la última década, pero legisladores demócratas se han comprometido a revivirla.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien ganó su reelección gracias a una abundante votación de hispanos en Nevada, prometió someter la Dream Act a votación en el Senado después del Día de Acción de Gracias, tentativamente el próximo lunes.
Un amplio número de legisladores republicanos se opone a la Dream Act, al considerar la iniciativa como muy amplia, porque podría constituirse en una amnistía al ser utilizada para beneficiar a otros parientes de los estudiantes indocumentados.
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