Baltimore, E.U.-
Tras una noche de brotes de violencia contenidos en distintos puntos de la ciudad por los vehículos blindados de la Guardia Nacional, miles de personas se manifestaron este miércoles de manera pacífica en Baltimore para protestar por la muerte del afroestadounidense Freddie Gray y exigir cuentas a la policía implicada en su arresto, mientras la ciudad sigue bajo toque de queda.
Ríos de gente recorrieron las calles aledañas a la estación ferroviaria Baltimore Penn Station, donde inicialmente fue convocada la manifestación, en el segundo día de vigencia del toque de queda.
De manera espontánea, oradores se dirigieron a las multitudes en diferentes puntos de la ciudad debido a la masiva asistencia en las principales arterias de la ciudad. Este miércoles se observó un alto número de manifestantes blancos que participaron en la protesta al lado de los afroestadounideses.
Los vehículos de la Guardia Nacional disputaban protagonismo con los autobuses escolares que transportaron a miles de estudiantes que regresaron a las aulas después de que el martes las escuelas permanecieron cerradas.
“Ha sido una noche tensa, pero menos agitada”, reconoció con el gesto exhausto el comisionado de la policía local, Anthony Batts.
Según el reporte de la policía, el toque de queda impuesto por el gobierno estatal redujo considerablemente el riesgo de nuevos enfrentamientos, robos y destrucción. Fueron arrestadas 35 personas después del comienzo del toque de queda, la noche del martes, una cifra muy inferior a la de más de 200 detenidos el lunes.
“El toque de queda funcionó. Creo que hemos dado esquinazo a la racha de violencia”, aseguró el gobernador de Maryland, Larry Hogan. En un espectáculo deportivo inusual en la historia de las Grandes Ligas, el juego delos Orioles de Baltimore en Camden Yards fue cerrado al público por motivos de seguridad.
“Es una lástima que no podamos asistir. Pero el ambiente está muy caldeado y comprendemos la medida”, aseguró con aire resignado Mike N., un fiel seguidor de Los Orioles.
Lo cierto es que el debate sobre discriminación racial apenas empieza. La ex secretaria de Estado y aspirante presidencial demócrata, Hillary Clinton, definió este miércoles su postura. Es hora, dijo, de “aceptar algunas verdades sobre raza y justicia… Hay algo mal cuando un tercio de todos los hombres negros enfrentan la perspectiva de ir a prisión”.
El presidente Barack Obama, por su parte, pidió a los departamentos de Policía del país que, en lugar de “cerrar filas” en torno a los agentes que se comportan de manera inapropiada, les hagan rendir cuentas.
Baltimore es precisamente una metrópoli marcada por la leyenda negra de la violencia, la pobreza y la segregación racial entre esa minoría afroestadounidense que representa poco más del 63% de la población total.
Mientras el miércoles se realizaba un concierto a cielo descubierto a las puertas del Auditorio Meyerhoff en un intento por apaciguar los ánimos, la fiscal general, Loretta Lynch, prometió una “investigación a fondo” de lo ocurrido a Gray.
“Pero estos actos de violencia sin sentido tienen que terminar. Son contraproducentes. Necesitamos iniciar un diálogo respetuoso en Baltimore y en toda la nación sobre unas tácticas de la policía que pueden mejorar en su interacción con la comunidad”, deslizó Lynch.
En Ferguson, Missouri, hubo tiroteos, incendios y saqueos la noche del martes, en medio de protestas por la muerte de Gray. Hubo reportes de dos personas que recibieron disparos el martes en la noche y el miércoles temprano, pero se desconocen aún las circunstancias.
Cifras
35 PERSONAS fueron arrestadas la noche del martes por romper el toque de queda en Baltimore.
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