Cd. de México.-
Brasil realiza este viernes la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro en medio de una recesión económica, con caídas en su comercio, altas tasas de desempleo y una gran crisis política.
El gigante sudamericano se mantiene en una contracción que arrastra en general las cifras de la región de América Latina.
En 2015, la economía brasileña tuvo un decrecimiento del PIB de 3.8% y para este año se espera que la caída sea de 3.5%, de acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los problemas esa nación no cesan. El cambio de autoridades provocó un mayor control del gasto público y de la deuda pública, con lo que se quiso recuperar la credibilidad ante los inversionistas que había quedado dañada, principalmente, por el deterioro de la calificación de los títulos del gobierno brasileño a lo largo de 2015, expuso el organismo internacional.
“Las dificultades económicas se asociaron a la crisis política a causa de la pérdida de apoyo del gobierno en el congreso y demandas judiciales contra varios partidos y políticos por cuestiones de corrupción y financiamiento de campañas electorales”, advirtió la comisión.
A la recesión económica se le suman los altos niveles inflacionarios de 10% y una coyuntura económica complicada por la baja de precios de las materias primas, un bajo crecimiento del mercado interno y caída del comercio exterior, explicó la consejera comercial de ProMéxico, Evelyne Rodríguez Ortega.
En 2014, las exportaciones brasileñas al mundo cayeron 19%, de 225 mil millones a de dólares 191 mil millones; mientras que las importaciones registraron un descenso de 20%, de 229 mil millones a 171 mil millones.
Como ha sido una economía relativamente cerrada presenta áreas de oportunidad para mejorar su eficiencia y calidad de sus productos, dijo.
Además, es uno de los países con mayor complejidad fiscal y laboral.
Por ejemplo, se requieren 2 mil 600 horas hombre para el pago de impuestos, mientras en México solamente se requieren 286 horas durante un año.
Sin embargo, es un país atractivo para los inversionistas y para comercializar productos por el gran tamaño de su mercado, con cerca de 200 millones de habitantes.
Rodríguez Ortega expuso que para los mexicanos la economía brasileña es importante, por ello existe un Acuerdo de Complementación Económica entre México y Brasil, el ACE 53, el cual va a tener un mayor alcance gracias a que se llevan a cabo negociaciones para integrarle disciplinas de facilitación comercial y eliminación de barreras al comercio, lo que da mayor certidumbre a los exportadores de ambos países.
Para México, Brasil es el séptimo socio comercial con un comercio bilateral, que en 2015 fue de 8 mil 421 millones de dólares, lo que representa 1.1% del total. En tanto que para los brasileños México es el octavo socio comercial con el que intercambia 2.5% de su comercio, expuso la representante de ProMéxico.
A pesar del panorama económico, el embajador de Brasil en México, Enio Cordeiro, rechazó que los Juegos Olímpicos vayan a empeorar la situación, porque se trata de inversiones público-privadas que no se traducen en aumento de deuda pública.
“La situación actual en Brasil, creo que es más una cuestión de inestabilidad política que de inestabilidad económica. México, Grecia, Estados Unidos, Japón y cualquier otro país pasaron por situaciones de inestabilidad económica mayores a lo que pasa hoy en día en Brasil”, aseveró el diplomático en reciente entrevista que publicó El UNIVERSAL.