Jerusalén.-
El presidente estadounidense Barack Obama dedicará su viaje a Israel y a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a fomentar el mensaje de cambio y paz entre los jóvenes de los dos pueblos, más que a lanzar una iniciativa de paz.
La que será la primera visita de Obama como presidente, ya estuvo antes de llegar a la Casa Blanca, comenzará el próximo día 20 y durará sólo tres días, en los que se entrevistará con los más altos dignatarios de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina.
“Se tratarán todos los temas, el viaje reforzará las relaciones bilaterales en todos los niveles”, dijeron fuentes diplomáticas al confirmar que no sólo el proceso de paz palestino-israelí ocupará al presidente.
La inestabilidad regional, ocasionada por la Primavera Árabe que generó el cambio de regímenes en Libia, Túnez y Egipto, la guerra interna en Siria y, sobre todo, el programa nuclear que avanza Irán y que la comunidad internacional no consigue paralizar, serán todos asuntos que tratará Obama con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El líder israelí está envuelto estos días en las negociaciones para formar su próximo gobierno, que quiere presentar este jueves al parlamento con el fin de que la visita presidencial se realice bajo la mayor estabilidad institucional.
“El mundo alrededor de nosotros cambia para mal, la situación en la región cambia para mal, la economía mundial se tambalea, no es estable”, señaló Netanyahu ayer en la reunión de gobierno, en la que insistió que “los mayores retos de Israel” son los de seguridad.
“Alrededor de nosotros se nos presentan retos titánicos, no hay otra palabra, y tendremos que tratarlos en el próximo gobierno”, afirmó sobre Irán.
La oficina del primer ministro israelí no reveló la agenda de trabajo de la reunión que tendrán los dos dirigentes, y en un reunión ayer se comenzaron a preparar los encuentros en la oficina de Netanyahu y en la Cancillería.
“Los estadunidenses seguramente diluirán el programa israelí porque es demasiado largo y exhausto”, aseguró un medio local.
La delegación de Estados Unidos que prepara la agenda llegó ayer a Israel con el fin de mantener reuniones con la parte israelí y con la palestina y dejar nada al azar.
Obama visitará el Museo del Holocausto para ofrecer una ofrenda floral a los judíos muertos por los nazis y la tumba del primer ministro Itzhak Rabin, asesinado en 1995 por un nacionalista judío por firmar la paz con los palestinos.
Pero la parte más interesante desde el lado norteamericano parece ser dos encuentros con jóvenes que Obama quiere celebrar con más de mil participantes y el mensaje de que se pueden hacer cambios por un futuro mejor.
El presidente llegará a la ANP después de que ésta obtuviera el reconocimiento de Estado por la Asamblea General de Naciones Unidas en una decisión rechazada por Washington, que ahora exige a los palestinos que se abstengan de ese tipo de decisiones unilaterales para no ensombrecer la visita.
Sumida en las protestas de la población por la situación de los presos en Israel, las fuerzas palestinas de seguridad en la Margen Occidental recibieron órdenes de tratar de calmar los ánimos antes de la llegada presidencial.
También a Israel Estados Unidos exigió calma y Netanyahu dio órdenes a todos los organismos de no aprobar en este período ningún proyecto nuevo de construcción en los asentamientos, política condenada por la administración estadunidense.
El vicepresidente Joe Biden se vio sorprendido en 2010 mientras visitaba Israel con un proyecto de mil 600 viviendas en Jerusalén Este lo que causó una grave crisis bilateral que Israel quiere evitar en este caso, dado que ve la llegada de Obama como una oportunidad para pulir la deficiente relación que tuvo con Netanyahu estos últimos cuatro años.
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