Ginebra, Suiza.-
Cada año 7.3 millones de menores de 18 años dan a luz en países en desarrollo, lo que se traduce en 20 mil partos de adolescentes cada día, alertó hoy el Fondo de Población Mundial de Naciones Unidas (UNFPA).
De esos 7.3 millones de embarazos, dos millones corresponden a niñas de 14 años o menos que sufren las consecuencias sociales y de salud más graves a largo plazo, como altas tasas de mortalidad o problemas de fístula obstétrica.
En el informe “Maternidad en la Niñez: enfrentar el reto del embarazo en adolescentes”, Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA, señala que “con demasiada frecuencia la sociedad sólo culpa a la niña por quedar embarazada”.
“La realidad es que la mayoría de las veces, el embarazo en adolescentes no es el resultado de una elección deliberada , sino de la ausencia de opciones y de circunstancias que escapan al control de la niña”, explicó.
“Es una consecuencia del acceso restringido o la falta de acceso a la escuela, a empleos, a información de calidad y a atención médica”, valoró.
De los 20 mil partos diarios de niñas adolescentes, nueve de cada diez ocurren dentro del matrimonio o unión de hecho, señala el informe y advierte que cada día 39 mil niñas contraen matrimonio.
Además, 200 niñas mueren cada día por complicaciones de su embarazo, es decir, alrededor de 70 mil muertes de adolescentes al año.
Las adolescentes de entre 15 a 19 años de edad registran unos 3.2 millones de abortos en condiciones de riesgo cada año en los países en desarrollo.
Cada año 95 por ciento de los embarazos precoces ocurren en países en desarrollo y en los países desarrollados se calculan unos 680 mil nacimientos de bebés de madres adolescentes, casi la mitad en Estados Unidos.
Según el informe a pesar de la necesidad de prevenir el embarazo en la niñez, la comunidad mundial asigna a las niñas adolescentes menos de dos centavos de cada dólar que se gasta en el desarrollo internacional.
“Esto resulta especialmente preocupante si se considera que tenemos la población adolescente más numerosa de la historia de la humanidad”, y precisó que “el dinero es sólo una parte de la solución”.
El UNFPA promueve un enfoque holístico para abordar el embarazo en adolescentes, “el cual no se enfoca en cambiar el comportamiento de la niña, sino en cambiar el comportamiento de la sociedad en la que vive”, explicó.
Se trata de acciones como mantener a las niñas en la escuela, detener el matrimonio infantil y cambiar las actitudes acerca de los papeles de los géneros.
Hace hincapié en “aumentar el acceso de las adolescentes a la salud sexual y reproductiva, incluidos los anticonceptivos”, así como ofrecer mejor apoyo a las madres adolescentes.
“Debemos reflexionar y exigir cambios en las políticas y las normas de las familias, las comunidades y los gobiernos que a menudo no le dejan otra opción a la niña más que el camino a un embarazo precoz”, urgió Osotimehin.
Aseguró que el organismo seguirá trabajando de manera incansable “hasta que cada niña sea capaz de elegir la dirección de su vida, sea dueña de su destino y logre desarrollar todo su potencial”.
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