Washington, D.C.-
La Casa Blanca teme que las divisiones en el Senado impidan que el Congreso estadounidense renueve la vigencia de la Ley Patriota, al estimar que su fin afectaría la seguridad nacional.
“Eso supondría un riesgo a nuestra seguridad nacional y los estadounidenses, y es algo que le preocupa al presidente” Barack Obama, dijo el vocero presidencial Josh Earnest.
La ley, aprobada después de los ataques del 11 de septiembre de 2011, permite al gobierno federal realizar espionaje electrónico a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), actividades que fueron reveladas a la prensa en 2013 por el contratista Edward Snowden.
Si el Congreso no la renueva este mes, la ley expirará, y según Earnest, ello debilitaría las tareas que llevan a cabo algunas de las agencias encargadas de velar por la seguridad nacional.
Aunque la Cámara de Representantes aprobó una iniciativa bipartidista en este sentido, la propuesta enfrenta divisiones en el Senado, donde algunos legisladores plantean dejar que la ley expire.
La ley enfrenta críticas fuera del Congreso, al considerar que ha dado amplios poderes al gobierno para espiar a los estadounidenses de manera indiscriminada.
El año pasado, Obama anuncio cambios sobre el espionaje electrónico, que, dijo, tenían como propósito evitar abusos y dar confianza a los estadounidenses y gobiernos extranjeros en que sus derechos estarán protegidos.
Uno de los cambios más significativos se refirió a la sección 215, la cual se refiere al resguardo de los llamados metadatos, que se refieren a números de teléfono, hora de las llamadas, origen y destino, aunque no el contenido de estas.
A principios de este mes las labores de espionaje electrónico del gobierno sufrieron un severo revés, cuando la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito con sede en Nueva York declaró ilegal el programa de recolección de metadatos de la NSA.
La corte reconoció la posibilidad de que, por razones de seguridad nacional, el gobierno federal requiera facultades sin precedentes para recolectar y mantener datos que antes eran considerados privados, pero indicó que debe ser materia de debate legislativo.
Earnest consideró que el hecho de que la versión aprobada en la cámara baja haya reformado varias de las facultades de la ley que han generado preocupación, debería facilitar su aprobación el Senado.
“Lo que necesitamos ahora es ver al Senado actuar en está pieza legislativa antes que concluya el año. Hay desacuerdos, y temores de que eso quizá no pase, y la preocupación que tiene el presidente es que algunos senadores han sugerido que la ley patriota debe expirar”, dijo.
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