Washington, E.U.-
El presidente estadunidense Barack Obama dijo que el acuerdo nuclear alcanzado con Irán ha permitido ya un progreso real en desmantelar la capacidad de ese régimen para el enriquecimiento de uranio y con ello la amenaza de que desarrolle armas.
Ante los líderes del grupo P5+1 que tuvo a su cargo estas negociaciones con Teherán, el mandatario reconoció que el acuerdo no pondrá fin a las diferencias entre los dos países, y que su reinserción a la economía global como resultado del mismo tomará años.
“Gracias al acuerdo hemos visto progreso real”, dijo Obama ante los líderes de Francia, Alemania, Reino Unido y China, además de la Unión Europea (UE), con la excepción de Rusia, que se desistió de participar en los trabajos de la Cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear inaugurada aquí por el mandatario.
Irán ha desmantelado ya dos terceras parte de su capacidad de centrifugas instaladas, y ha sacado de su territorio y puesto bajo custodia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) 98 por ciento de su uranio enriquecido, y ha removido el núcleo de su reactor de Arak.
Bajo acuerdo, Irán accedió igualmente a almacenar fuera del país el combustible utilizado en la operación de este reactor, comprometiéndose también a no construir un nuevo reactor nuclear de agua pesada durante los próximos 15 años.
Obama dijo que estos progresos han sido verificados ya por la IAEA, y advirtió de nueva cuenta que el régimen enfrentará consecuencias si busca burlar el acuerdo.
A cambio del acuerdo Estados Unidos y sus aliados accedieron a levantar de manera gradual las sanciones económicas impuestas al régimen, en respuesta a su decisión de continuar con su programa nuclear, a pesar de lo cual Obama dijo que “tomará tiempo para que Irán se reintegre a la economía global”.
“Este acuerdo no resuelve todas nuestras diferencias con Irán, incluyendo sus actividades de desestabilización en la región”, dijo, haciendo notar la permanencia del embargo comercial impuesto por Estados Unidos.
Obama hizo notar también que su gobierno continúa aplicando sanciones contra Teherán derivadas de su apoyo al terrorismo, abusos de derechos humanos y la continuación de su programa de misiles balísticos.
“El camino a este acuerdo no fue fácil, requirió compromiso, diplomacia y trabajo duro. Requirió que los líderes sentados en esta mesa se unieran, poniendo de lado sus diferencias. La implementación total y continua va a tomar el mismo tipo de cooperación y consultas, pero estoy agradecido con nuestros socios por este esfuerzo”, dijo.
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