Dallas, Tex.-
La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos autorizó hoy a Texas extender la vigencia de una nueva ley que limita el aborto y que ha forzado al cierre de más de la tercera parte de las clínicas de interrupción del embarazo en la entidad.
Los magistrados votaron cinco contra cuatro el día de ayer para dejar vigente la disposición de la ley que exige a los médicos que realizan abortos en clínicas contar con privilegios de admisión en un hospital cercano.
El gobernador de Texas, Rick Perry, celebró la decisión al indicar que “es una buena noticia, tanto para el feto y para las mujeres de Texas, que están ahora mejor protegidas de los proveedores de aborto de mala calidad que operan en condiciones peligrosas”.
“Como siempre, Texas seguirá haciendo todo lo posible para proteger la cultura de la vida en nuestro estado”, expresó el gobernador republicano en un comunicado.
A principios de este mes, Planned Parenthood, organización sin fines de lucro que presta servicios de salud reproductiva, pidió al máximo tribunal del país frenar esa y otras provisiones de la ley antiaborto de Texas, al argumentar que implica el cierre de clínicas de aborto.
La acción fue adoptada luego de que la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito autorizara a Texas el pasado 31 de octubre a aplicar la ley tras eliminar la decisión del juez federal, Lee Yeakel, que suspendió dos de las principales previsiones del estatuto.
Yeakel desechó la disposición de la ley que requiere que los médicos que vayan a practicar un aborto cuenten con privilegios de admisión en un hospital ubicado a no más de 50 kilómetros de su práctica, al sostener que esto constituía una carga excesiva para las mujeres.
La ley “no guarda relación racional con el derecho legítimo del Estado en la preservación y promoción de la vida del feto o la salud de la mujer”, dijo Yeakel.
Añadió que “en todo caso, pone un obstáculo sustancial en la trayectoria de una mujer que busca un aborto de un feto no viable y es por lo tanto una carga excesiva a ella”.
Pero la Corte Federal de Apelaciones en Nueva Orleans rechazó la determinación de Yeakel.
Argumentó que el dictamen de Yeakel carecía de una relación racional y estaba “a un paso de repudiar lo que desde hace tiempo la Suprema Corte de Justicia reconoce de que un estado debe constitucionalmente requerir que sólo un médico pueda realizar un aborto”.
Los magistrados de la Suprema Corte indicaron este martes que “las mentes razonables pueden quizás estar en desacuerdo acerca de si la Corte de Apelaciones debería haber concedido una suspensión en este caso”.
Sin embargo “los que buscan bloquear el juicio pendiente a la ley de Texas estuvieron muy por debajo de las normas legales requeridas para que la Suprema Corte pueda intervenir”, escribieron.
“Sería burlarse de los principios fundamentales del federalismo el ordenar el aplazamiento de una ley estatal, sin ni siquiera determinar antes que la ley es quizás probablemente inconstitucional”, explicaron los cinco magistrados.
Los otros cuatro jueces de tendencia liberal disintieron.
El juez Stephen Breyer escribió: “A pesar de que en última instancia la orden judicial (del juez Yeakel), se restablecerá si la ley es ciertamente invalida, los daños a las mujeres individuales cuyos derechos se restringe mientras permanezca en vigor serán permanentes”.
En las primeras tres semanas de vigencia de la ley, más de una docena de las 46 clínicas que ofrecen aborto en Texas se vieron forzadas a suspender esta práctica al incumplir los requisitos de la nueva ley. El procedimiento ya no está disponible en alrededor de un tercio del estado.
Tras la decisión de la Suprema Corte, defensores de los derechos al aborto se mostraron decepcionados.
“La promesa de nuestra Constitución y nuestro sistema judicial es la de dar igual protección de nuestros derechos frente a ataques como los de esta ley que lesiona a las mujeres y a los médicos de los que dependen”, dijo Nancy Northup, del Centro de Derechos Reproductivos.
“Las tristes historias de las mujeres que han sido devueltas en las puertas de las clínicas, al negárseles su derecho constitucional al aborto, son numerosas, y se multiplican cada día que esta deshonesta ley sea aplicada”, señalo Northup.
El Centro que preside Northup se especializa en defender por la vía legal los derechos reproductivos de la mujer.
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