Monterrey, N.L.-
Las mejores ciudades del mundo tienen en común su enfoque en la prosperidad y la calidad de vida de sus habitantes. Son ciudades que ofrecen servicios públicos de alta calidad, oportunidades económicas sólidas y un entorno ambientalmente sostenible.
Para el 2050, habrá cerca de 10 mil millones de personas en el mundo, de las cuales, el 70 por ciento vivirá en grandes ciudades. Esto representa un reto para los urbanistas, ya que la necesidad de contar con ciudades sostenibles, inclusivas, saludables y prósperas será cada vez mayor.
En este sentido, la cal se ha convertido en un material esencial por su versatilidad y resistencia. En la construcción de viviendas, se utiliza en los morteros actuando como aglomerante al mezclarse con otros materiales como arena y agua. Destaca por su capacidad de regulación de la humedad y como aislante térmico, lo que reduce el consumo de energía en los hogares.
Además, el uso de la cal se ha extendido a procesos importantes para la salud pública de las grandes ciudades. El tratamiento de aguas residuales con cal elimina impurezas y ajusta el pH del agua, garantizando el suministro de agua limpia y segura a todos los habitantes.
También, la cal tiene un rol importante en la lucha contra la contaminación del aire. En ciudades industrializadas, el lavado de gases con cal ayuda a absorber el CO2 emitido en diferentes procesos, mejorando la calidad del aire y minimizando los daños al medio ambiente.
En resumen, la cal es un material ancestral que ha demostrado su valor a lo largo de los siglos y continuará siendo esencial en nuestros centros urbanos. Sus múltiples aplicaciones reafirman que seguirá desempeñando un papel vital en la creación de ciudades sostenibles y centradas en el bienestar de sus habitantes.