Chicago, Ill. / Nov. 6
El movimiento que llevó a Barack Obama a ganar las elecciones está formado por lo que podría llamarse la coalición emergente del nuevo siglo, una interesante fusión de minorías y grupos sociales cuya trascendencia comienza a ser analizada en Estados Unidos.
“Es un nuevo día. El senador Obama ganó con nuevos instrumentos de tecnología, una nueva coalición, un nuevo mapa, un nuevo y soberbio acercamiento a nuevos desafíos. Una nueva generación política ha emergido y tiene en Obama a su primer líder”, dijo Simon Rosenberg, presidente de NDN, un importante instituto político de Washington DC.
Los primeros estudios revisan el comportamiento electoral de los grupos que han asumido un papel protagónico de una transformación demográfica con efectos sociales y políticos en el país. En esos grupos destacan, con votaciones que superaron cualquier expectativa, los latinos y los jóvenes menores de 30 años. Después merecen una mención especial los negros y las mujeres.
Entre los líderes latinos existía una preocupación fundada sobre el voto hispano. Generaban dudas las pobres participaciones electorales previas, la competencia que con frecuencia se convierte en disputa entre latinos y negros por oportunidades, y el prejuicio que aún existe en un gran número de latinos por votar por un candidato de color.
La participación del voto hispano en la votación nacional se incrementó de 8% en 2004 a 9% en 2008, de acuerdo con Andrés Ramírez, analista de NDN. Impulsado por dos razones esenciales —el giro anti-inmigrante de los republicanos y la gran movilización de la campaña de Obama— el voto latino se disparó en favor del candidato demócrata.
En promedio Obama incrementó el voto latino para los demócratas en 16%. Hay algunos datos relevantes: En Florida Obama ganó a razón de 57% por 42% de McCain y en Nevada el apoyo a su candidatura alcanzó proporciones insospechadas. Recibió 78% de los votos hispanos por 20% de su adversario. Los latinos jóvenes favorecieron abrumadoramente a Obama y pudieron convencer a una parte de sus padres y abuelos de votar por él.
Otro protagonista indiscutible de la jornada del 4 de noviembre es la generación del nuevo siglo, los jóvenes que nacieron entre 1982 y 2003; 66% de ese segmento votó por él y sólo 32% lo hizo por McCain.
Incrementaron su participación de 14% hace cuatro años a 18% en 2008. Sin ellos el margen de voto popular se hubiera reducido a 1.5% entre uno y otro candidato.
Los negros son otro grupo clave. Votó más de 95% del total de los electores registrados, una de sus participaciones más importantes en las elecciones del país. Las mujeres también forman parte de la nueva coalición y sus efectos demográficos.
Mientras los hombres, 47% del electorado, dividieron su voto en partes exactas —49% para cada candidato— las mujeres, que representan 53 % de los electores, votaron 55%-43% en favor de Obama.
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