Roma, Italia.-
Más de la mitad de la población mundial está afectada por alguna forma de malnutrición, ya sea el hambre, la carencia de micronutrientes o el consumo excesivo de alimentos, advirtió hoy el director general de la FAO, José Graziano Da Silva.
Al abrir un encuentro convocado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), Graziano Da Silva, resaltó que la cantidad total de alimentos que se producen y no se consumen sería suficiente para alimentar a dos mil millones más de personas.
El evento, que tiene lugar del 13 al 15 noviembre, es una reunión técnica preparatoria que pretende sentar las bases de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN-2), que tendrá lugar del 19 al 21 de noviembre de 2014.
Su objetivo, dijo la FAO en un comunicado, es impulsar la coordinación de los esfuerzos internacionales para abordar los factores agrícolas, económicos, sanitarios, de los sistemas alimentarios y otros que influyen negativamente sobre qué y cómo se come, sobre todo en los países en desarrollo.
“La verdad es que, hoy en día, los consumidores no reciben las señales correctas de las políticas vigentes sobre cómo alimentarse de forma saludable. Eso es lo que tenemos que abordar”, añadió Graziano da Silva durante el encuentro.
Dijo que el hecho más sorprendente es que más de 840 millones de personas siguen padeciendo hambre en la actualidad, a pesar de que el mundo ya produce suficientes alimentos para todos, un tercio de los cuales se desperdician.
“Pero esto es sólo parte de la problema -continuó-. Hoy, más de la mitad de la población mundial está afectada por alguna forma de malnutrición, ya sea el hambre, la carencia de micronutrientes o el consumo excesivo de alimentos”.
Según la FAO, mientras 842 millones de personas sufren hambre crónica, muchas más mueren o sufren los efectos nocivos de una nutrición inadecuada.
Destacó que cerca de dos mil millones de personas se ven afectadas por la carencia de micronutrientes.
Alrededor de siete millones de niños mueren antes de su quinto cumpleaños cada año, 162 millones de niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento y, al mismo tiempo, 500 millones de personas son obesas.
Indicó que existen graves problemas nutricionales que afectan a más de la mitad de la población mundial y que los sistemas alimentarios tendrán que sufrir cambios importantes para mejorar las dietas y las vidas de las personas.
Hans Troedsson, director ejecutivo de la Oficina del Director General de la OMS, también pidió un replanteamiento de la forma en que se gestiona el sistema alimentario.
Aseguró que la dieta es un factor clave en la carga global de enfermedades y que los desafíos polifacéticos de la nutrición necesitan ser abordados a diferentes niveles, desde la infancia a la madurez.
“Si en el pasado nos enfrentábamos principalmente al desafío de la malnutrición infantil, hoy nos enfrentamos a una epidemia de dietas inadecuadas y escasa actividad física, lo que conduce a la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes y sobrepeso”, indicó Troedsson.
“Conscientes de la enorme carga que supone para millones de personas y el desarrollo de sus países y de sus sociedades, la Unión Europea y la Comisión han situado la lucha contra la subalimentación en un lugar muy alto en la agenda del desarrollo”, señaló Roberto Ridolfi, director de Crecimiento y Desarrollo sostenible, (DG Desarrollo y Cooperación) de la Comisión Europea.
Ridolfi añadió que la UE está presionando para lograr “objetivos medibles y con plazos” para reducir el retraso del crecimiento infantil y otras consecuencias de la malnutrición, y que la Reunión técnica preparatoria podría desempeñar un papel crucial en establecer con claridad indicadores similares.
Cerca de 300 expertos y representantes de los países se reunieron para el encuentro preparatorio de Roma, junto a participantes de otros organismos de la ONU y de organizaciones intergubernamentales, la sociedad civil, sector privado, investigadores y asociaciones de consumidores.
La CIN-2 supondrá un seguimiento a la primera conferencia de este tipo que se celebró en 1992.
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