PARÍS, FRANCIA.- Un francés que se había integrado a las filas de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) en Malí fue condenado este viernes en París a ocho años de prisión.
Esta condena fue la primera pronunciada en Francia sobre la base de una ley promulgada a fines de 2012, que permite juzgar a franceses sospechosos de haber participado en “actos terroristas” en el exterior o de haber viajado para entrenarse.
De 60 años de edad, Gilles Le Guen fue declarado culpable por el tribunal correccional de París por “asociación para delinquir en relación con una empresa terrorista”.
Fue juzgado en particular por haber participado en la ofensiva de los yihadistas contra la ciudad de Diabali en enero de 2013. Le Guen se encontraba en una camioneta ‘pick-up’ cargada de explosivos, que estaba apartada, y negó haber participado directamente en el ataque.
Excapitán de la marina mercante, fue detenido en abril de 2013 por las fuerzas especiales francesas en Malí. En aquella época, el ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian lo describió como “un extraviado que se volvió terrorista”.
Convertido al islam desde mucho tiempo atrás, Le Guen viajó mucho antes de instalarse en Marruecos, luego Mauritania y Malí con su segunda esposa, una marroquí.
En setiembre de 2012 fue detectado en las filas de AQMI gracias a un clisé recuperado por los servicios secretos franceses.
En un video colgado en línea a comienzos de octubre de 2012 en el sitio mauritano Sahara Media, aparecía vestido con una túnica de color beige, tocado con un turbante negro, con un fondo de este mismo color en el que estaba inscrita la sigla de AQMI, y sosteniendo un fusil-ametralladora.
Entonces advirtió a “los presidentes francés, estadounidense” y a la ONU sobre una intervención militar en Malí que se preparaba contra los grupos islamistas armados que controlaban el norte del país.