Washington, D.C.-
El Congreso estadounidense reanudó hoy sesiones, luego de las elecciones del 4 de noviembre que dieron el control total del legislativo a los republicanos, sin indicios de un acercamiento en temas contenciosos como la reforma migratoria.
El presidente estadounidense Barack Obama reiteró su compromiso de hacer un anuncio ejecutivo de alivio migratorio antes de que finalice este año, a pesar de la advertencia de los conservadores de que equivaldría a “envenenar el pozo” de la cooperación bipartidista.
“Estamos aquí para que este lugar funcione otra vez (…) el problema es que el presidente (Obama) continúan enviando señales de que no tiene intención de moverse hacia el centro”, deploró el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell.
McConnell, quien se convertirá en el líder de la entrante mayoría republicana del Senado, se reunió con la nueva camada de senadores conservadores que formarán parte de la 114 legislatura y evitó incluir la migración como uno de los temas de posible acuerdo.
“Espero que logremos hacer algún acuerdo en comercio, quizá en reforma fiscal, pero los primeros indicios no han sido muy fructíferos”, reconoció el senador por Kentucky.
Los republicanos se anotaron este miércoles un triunfo adicional en las elecciones al Senado, con la victoria del conservador Dan Sullivan en Alaska, con lo que aumentaron su mayoría a 53 escaños contra 46 demócratas.
Aún resta por definirse el desenlace de la contienda electoral en el sureño estado de Luisiana, que será escenario de una segunda vuelta de votaciones entre la demócrata Mary Landrieu y el republicano Bill Cassidy el próximo 6 de diciembre.
Frank Sharry, del grupo pro reforma migratoria América’s Voice, señaló que el público estadounidense no desea esperar más al Congreso para actuar en la asignatura pendiente de migración.
“El presidente Obama está preparándose a actuar y numeroso estados y localidades están promulgando políticas pro inmigrantes”, indicó.
Los votantes estadounidenses que acudieron a las urnas se pronunciaron en su mayoría (57 por ciento) en favor de la legalización de millones de inmigrantes indocumentados.
Pero el inicio de la nueva legislatura implica que la iniciativa de reforma aprobada en junio del año pasado por el Senado, quedará invalidada a partir del nuevo Congreso en enero, por lo que sus promotores deberán empezar de nuevo desde la línea de arranque.
Aunque existe la posibilidad teórica de un voto migratorio en la recta final del nuevo Congreso, las primeras expresiones de los republicanos no apuntan en la dirección de un voto sobre migración en 2014, a pesar de sido sugerido desde la Casa Blanca.
En el Senado, el aún líder de la mayoría demócrata Harry Reid tendrá en los últimos días hábiles de la actual legislatura una agenda llena que incluye prioridades como la aprobación de la ley general de gastos, incluido el presupuesto de Defensa.
Legisladores republicanos esperan que McConnell se oponga a incluir en la legislación de gasto cualquier asignación presupuestal relacionada con la implementación de la política que anuncie Obama en materia de alivio migratorio.
El Congreso deberá además considerar la petición de Obama de una partida de cinco mil 600 millones de dólares para continuar la campaña militar contra la organización radical Estado Islámico (EI).
La partida incluye fondos para establecer comandos del ejército estadounidense en Irak que capacitarán a las fuerzas de seguridad iraquíes y del gobierno kurdo, en el norte del país, conforme continúan con su ofensiva contra el EI.
Senadores demócratas como Patrick Leahy desean además que la actual legislatura apruebe este año una iniciativa para acotar los poderes de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
La agenda del legislativo incluirá además el proceso de ratificación de la nominada nueva embajadora de Estados Unidos en México, María Echaveste, y de la designada procuradora, Loretta Lynch.
Los demócratas activaron el año pasado la llamada “opción nuclear” legislativa, por lo que se sólo será necesaria una mayoría simple de 51 votos para la ratificación de nominaciones, en lugar del tradicional requisito de 60 votos.
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