México, D.F. / Agosto 5.-
El jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, entregó esta mañana al depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, el pergamino, la medalla y la llave de la ciudad de México como huésped distinguido, al tiempo que el hondureño pidió a los pueblos de América Latina defender los gobiernos democráticos.
Durante una ceremonia realizada este miércoles en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el jefe del Ejecutivo local manifestó su respaldo al mandatario y dijo que luchará en todo lugar porque se reconozca el gobierno democrático que encabeza.
Acompañado de integrantes de su gabinete, el funcionario perredista manifestó su más absoluto rechazo y condena al uso de la fuerza contra el gobierno que encabeza Zelaya Rosales y recordó que por muchos años el Distrito Federal ha sido solidario con las fuerzas progresistas.
Zelaya, quien realiza una visita de Estado por México, fue depuesto de la Presidencia hondureña el pasado 28 de junio, y en su lugar tomó el poder un gobierno de facto, encabezado por Roberto Micheletti.
Ebrard manifestó su reconocimiento y respeto a la lucha que encabeza el depuesto presidente hondureño, así como su adhesión y solidaridad a la causa que representa para América Latina.
En ese sentido, dijo que el golpe de Estado registrado en Honduras pareciera el regreso en el continente a experiencias pasadas, que se repitieron en distintos países en los años 70 y 80, cuando las fuerzas de derecha tomaron el poder y violaron derechos humanos.
Por su parte, Manuel Zelaya consideró que su caso puede convertirse en el inicio de una serie de goles de Estado en América Latina, por lo que es un reto para el continente en donde los pueblos tienen que defender sus gobiernos democráticos.
Dijo que él ha optado por la vía pacífica y no desea volver a la violencia, por lo que su pelea se da en el ámbito jurídico, y recordó que a pesar de nunca haber sido demandado en toda su vida, hoy enfrenta 18 procesos a raíz de su salida del país.
El mandatario hondureño se pronunció por la participación del pueblo en las decisiones que toman los presidentes y aseguró que el impulso de esta política fue lo que generó el enojo de los grupos con poder económico de Honduras.
No obstante, destacó que en Europa se ha empleado la democracia directa para decidir varias cosas, entre ellas, si debía haber una moneda única, una acción que se retomó en Honduras a través de la consulta a través de urnas: “el plan de desarrollo nacional debe de ser aprobado por el pueblo, no sólo por el presidente, no podemos seguirlos usando sólo para elegir, sino también para decidir”, dijo.
Zelaya equiparó un golpe de Estado de hace más de un mes a una actividad terrorista y consideró que con ello, la comunidad internacional ha despertado de un letargo superficial con el propósito de defender la democracia.
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