Ciudad del Vaticano.-
La capacidad de atracción, el interés e incluso la “devoción” por el Papa crece semana con semana, especialmente en las audiencias de los miércoles en las cuales Francisco dedica horas a saludar.
Este día, tras su audiencia en la Plaza de San Pedro, Jorge Mario Bergoglio, pasó casi dos horas estrechando la mano, uno por uno, de cientos de fieles entre enfermos, discapacitados, obispos, sacerdotes, religiosos y feligreses en general.
A diferencia de lo que ocurría con Benedicto XVI, el pontífice actual dedica prácticamente el mismo tiempo a su catequesis en diversos idiomas y a los saludos personales.
Entre las innovaciones implementadas por Francisco destaca la priorización de los enfermos, que saluda antes del resto de los invitados especiales y para llegar hasta donde se encuentran él mismo baja caminando.
Con Joseph Ratzinger, al final de las audiencias públicas sólo se reservaban algunos minutos a los saludos y el Papa no se detenía con los enfermos.
Por ejemplo este miércoles Francisco recibió a una delegación compuesta por más de tres mil personas afectadas por enfermedades raras. Con muchos de ellos se detuvo, intercambió unas palabras con sus familiares, los abrazó y besó.
“La participación a la audiencia es, de parte de la delegación, un homenaje y una expresión de gratitud hacia el Santo Padre y su empeño en favor de los enfermos y de los sectores débiles de la población”, precisó una nota del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud.
Luego de detenerse con los enfermos, el líder católico presidió el “besamanos”, como se le conoce en la jerga del protocolo a los saludos con el Papa.
Cada semana crecen las personas presentes en ese momento y también los regalos de todo tipo que recibe Bergoglio. Desde playeras de diversos clubes de futbol hasta estampitas y estatuillas, pasando por todo tipo de productos artesanales.
Tantos compatriotas suyos piden saludarle que El Vaticano ya reservó un sector especial para el “besamanos argentino”. Allí ya se ha vuelto una costumbre que el Papa tome mate, la típica infusión sudamericana.
Los mismos fieles llevan hasta San Pedro todos los elementos necesarios para preparar el mate, incluso el agua caliente en diversos termos y cuando lo ven llegar se lo acercan; él nunca se a negado a tomarlo.
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