Washington, D.C.-
La decisión del Departamento de Defensa de abrir la inscripción militar a un reducido número de indocumentados es limitada, miope y puede ser usada como anzuelo contra inmigrantes, coincidieron activistas, legisladores y expertos.
El Pentágono amplió el plan de Acceso Militar en el Interés Nacional (MAVNI), para abrir las filas de las fuerzas armadas a inmigrantes sin documentos con habilidades médicas o lingüísticas, pero sólo si cumplen los criterios del Programa de Acción Diferida (DACA), los llamados “dreamers”.
“Es bastante desconcertante y decepcionante que el Departamento de Defensa haya decidido un enfoque limitado, miope, de abrir la inscripción a dreamers y elegido beneficiar a un número tan limitado”, deploró el director de la organización América’s Voice, Frank Sharry.
Aunque el Departamento de Defensa permite la inscripción de residentes permanentes, es la primera vez que autoriza el ingreso a indocumentados que dominen el urdu, farsi o chino. También se requieren médicos o dentistas. El idioma castellano no califica.
Margaret Stock, teniente coronel retirada de la Reserva del Ejército, estimó que apenas unos 10 o 12 “dreamers” se beneficiarían bajo los estrictos criterios de MAVNI, que tiene sólo un cupo de mil 500 lugares al año y más de tres mil residentes permanentes en fila.
“Realmente esto parece un anzuelo. La administración (Obama) dice ‘te vamos a ayudar, pero en realidad no lo vamos hacer’. Con mucha suerte podrán aceptar a una docena de beneficiarios de DACA”, indicó.
El programa MAVNI ha sido popular porque permite una ruta expedita a la ciudadanía para quienes logran ser aceptados, un proceso que regularmente podría demorar años.
Hina Naveed -una inmigrante paquistaní con interés en enrolarse en el ejército y que domina el urdu, uno de los idiomas buscados por el Pentágono, además de estudiar enfermería- sostuvo que no solicitará los beneficios en protesta por su carácter limitado.
“Si esto es indicativo del enfoque que el presidente (estadounidense Barack Obama) puede tomar, no es suficiente. Ofrece migajas”, apuntó.
Obama prometió usar este verano su autoridad ejecutiva para dar alivio migratorio, pero pospuso su anuncio hasta después de las elecciones del 4 de noviembre, en medio del temor de senadores demócratas de ser atacados políticamente por sus rivales republicanos.
“La administración Obama está indicando que tiene el poder de permitir que los beneficiarios de DACA sirvan en las fuerzas armadas, pero están eligiendo no usarlo”, lamentó el principal legislador promotor de la reforma migratoria, el demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez.
Se estima que unos 114 mil extranjeros participaban en las fuerzas armadas de Estados Unidos en 2009, de los cuales un 12 por ciento no era ciudadano estadounidense, toda vez que sólo pueden enrolarse legalmente los residentes, ciudadanos o personas “vitales al interés nacional”.
“Los ‘dreamers’ no van a ser engañados por los últimos esfuerzos de la administración de aplacar a la comunidad abriendo el ejército a un pequeño grupo”, señaló Felipe Sousa-Rodríguez, de la coalición de jóvenes indocumentados United We Dream.
“El programa piloto MAVNI tiene requisitos que la vasta mayoría de jóvenes no pueden cumplir y dejaría fuera a miles de soñadores que son capaces de servir a su país si les dan una oportunidad”, añadió.
Bajo los criterios de MAVNI, sólo podrán solicitar sus beneficios aquellos inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años con sus padres y no han salido del país desde 2007.
Aunque inició en 2008 como un programa piloto, MAVNI estaba previsto a expirar este año pero fue expandido al menos por dos años adicionales. El ingreso de algún inmigrante indocumentado al ejército podría demorar hasta un año, según la teniente coronel Stock.
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