Bogotá, Colombia.-
El presidente colombiano Juan Manuel Santos advirtió hoy a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que sólo tienen plazo hasta este sábado para liberar a tres uniformados en su poder.
“Esos tres miembros de nuestra Fuerza Pública deben estar libres mañana por la noche, eso es lo que esperamos, no hay excusas para que así no sea. Eso es lo que se han prometido (las FARC) y espero que cumplan”, indicó este viernes el mandatario.
La advertencia de Santos fue hecha luego que las FARC suspendieron el jueves la liberación de los policías Cristian Yate y Víctor González, por considerar que la presencia de medios de comunicación en la zona ponía en riesgo el operativo.
Los dos patrulleros eran esperados por delegados del grupo ciudadano Colombianos y Colombianas por la Paz y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en límites de los sureños departamentos de Valle y Cauca.
“Esa excusa de la presencia de periodistas no me convence. Eso no es ninguna excusa. Por eso le pedimos que se liberara de inmediato a esos policías, como se había prometido, y eso es lo que está en marcha”, dijo Santos.
En el programa radiofónico “En línea con el presidente”, Santos afirmó que para continuar con el proceso de liberación de los dos policías, se prolongó el cese de operaciones militares en la zona hasta la medianoche de este viernes.
El gobernante pidió a las FARC, la mayor y más antigua guerrilla de Colombia, cumplir también con su promesa de liberar este sábado al soldado Josué Álvarez Meneses, retenido en enero pasado en el sur del país.
“Espero que en el curso del día de hoy los policías queden libres, no hay excusa para que no queden libres, y que mañana también quede libre el soldado”, añadió el jefe de Estado colombiano.
Para facilitar la entrega del militar, el Ejército colombiano suspenderá operaciones en una zona del sur del país, en cumplimiento al protocolo de seguridad acordado con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para la liberación de los rehenes.
El secuestro de los miembros de la Fuerza Pública generó tensión en las negociaciones que sostienen el gobierno de Santos y las FARC en Cuba, luego que la delegación oficial acusó a esa guerrilla de “atentar contra el proceso de paz”.
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