Los Angeles, E.U.-
El gobernador de California, Jerry Brown Jr, declaró estado de emergencia para los condados de El Dorado y Siskiyou, al norte del estado, donde un incendio fuera de control se duplicó y amenaza a unas dos mil casas.
Los siniestros se registran en el norte del estado en donde los incendios King y Boles, respectivamente han destruido miles de hectáreas y cientos de casas, aunque en total son más de una decena de incendios en el estado.
El incendio King en Pollock Pines, al este de Sacramento, ha quemado más de 200 kilómetros cuadrados, el doble de lo que había destruido el miércoles pasado cuando forzó evacuaciones.
De acuerdo con el Departamento Forestal y Protección de Incendios de California (CDFFP, por sus siglas en inglés) el incendio ha sido contenido sólo en cinco por ciento.
Mientras tanto en la comunidad Weed, al norte del estado, equipos de bomberos seguían combatiendo el incendio que ayer miércoles arrasó con 110 casas y dañó a otras 90.
En esta comunidad cuatro bomberos radicados en el área también perdieron sus propiedades, además de que se perdieron dos iglesias, un centro comunitario y la biblioteca.
Este incendio que es avivado por fuertes vientos y altas temperaturas, ha sido contenido en 60 por ciento después de quemar más de 200 hectáreas.
El incendio King ha destruido alrededor de 13 mil hectáreas y además de las dos mil casas que amenaza también hay peligro para mil 500 estructuras.
Daniel Berlant, vocero de CDFFP, expresó que las condiciones extremadamente secas han permitido el crecimiento del fuego no sólo de este sino de cien incendios más en el norte y centro del estado.
Berlant indicó que el siniestro Black, al norte de Lake Mandocino, fue contenido este miércoles después de quemar 200 hectáreas.
En el condado de Madera el incendio Courtney ha sido contenido 70 por ciento después de destruir 150 hectáreas y destruido 30 casas, 19 construcciones y 13 vehículos.
El incendio Happy Camp Complex fire en el Bosque Nacional Klamath sigue siendo el más grande siniestro forestal en California, luego de que ha destruido más de 60 mil hectáreas. Ha sido contenido casi en 70 por ciento.
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