Washington, D.C.-
A casi seis meses de la muerte de el ex líder libio Muamar Gadafi, la televisión alemana presentó una investigación que revela la violación sexual sistemática de mujeres por el ex dictador, así como el temor que aún reina en Libia.
Se trata del primer reportaje de la televisión alemana que aborda el tema de mujeres violadas por Gadafi, que según investigaciones de la reportera Antonia Rados de la televisión RTL, era una costumbre muy usual del ex dictador, asesinado el 20 de octubre de 2011.
El entonces temido gobernante de Libia podía elegir a su antojo a escolares, adolescentes de internados, universitarias o integrantes de su escolta para que fueran llevadas a sus aposentos en el momento que él lo deseara.
Testimonios de la población libia revelaron que ese hábito del ex dictador era conocido por todos, pero también callado por todos, ante el temor a sufrir los crueles castigos por parte de la policía al mando de Gadafi.
Una maestra de Corán en Libia declaró a la televisora alemana que las jóvenes víctimas casi nunca se atrevían a comentar lo sucedido, ya que de haberlo revelado habrían sido asesinadas o torturadas con choques eléctricos.
Una joven víctima, residente en un internado femenil, denunció ante las cámaras que “los escoltas venían a recogernos y nos llevaban en sus coches a la residencia del dictador. Ahí nos encerraban en un cuarto a esperar a que Gadafi nos llamara cuando quisiera”.
Rados narró que si en una reunión política o de otra índole el dictador tocaba de forma discreta con su dedo a una mujer, eso era entendido por parte del servicio secreto como la señal inconfundible de que debían llevarle a esa mujer.
En varias entrevistas, los libios refieren sobre las habitaciones a las que eran llevadas aquellas mujeres que debían abortar en caso de quedar embarazadas, o donde debían hacer pruebas de sangre “porque el dictador temía contagiarse”.
Psiquiatras libios declararon a la televisión alemana que Gadafi tenían más que “deseo”, la necesidad de demostrar su “poder”.
Calificaron al ex dictador de sádico, por lo que sentía gusto por la sangre y el sexo violento.
Pese al cambio en Libia y al término de la dictadura, las víctimas y sus asesoras en centros sociales no se atreven aún a pronunciar de forma clara el delito del que fueron objeto, y por ello en lugar de decir que “fueron violadas”, refieren que “fueron manchadas”.
El reportaje televisivo resaltó el caso de hombres de Sawija que intentaron rebelarse contra el régimen y que ante la cámara declararon entre lágrimas que Gadafi reclamó a sus mujeres e hijas para abusar de ellas.
Las imágenes muestran una sociedad en la que dominaba el miedo y la arbitrariedad, así como el ánimo de poder y decadencia del ex dictador de Libia.
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