Buenos Aires, Argentina / Mayo 12.-
Después de dos años, y un libro que le quitó la modorra a la actividad política mexicana, Carlos Ahumada volvió a hablar. Lo hizo en una entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL desde la provincia de Córdoba, donde dirige los destinos institucionales de club Talleres de Córdoba, y como consecuencia de la aparición de su Derecho de réplica, el volumen en el que intenta aclarar todo los que derivó en los denominados “videoescándalos”.
A lo largo de la charla, asegura que no vive con miedo pero que le teme “a la venganza, la corrupción, a la calidad ética y moral de muchas de las gentes que nombro en el libro”, y sostiene que por la ex jefa de Gobierno del DF, Rosario Robles, siente “pena”.
Volvió a la carga contra Andrés Manuel López Obrador, al reiterar que “es un cínico al que le falta autocrítica porque habla de complot pero olvida la corrupción y la extorsión de su gobierno”.
Ante la pregunta de si es un corrupto, lo niega y compara su situación (la de entregar fondos a René Bejarano) con la de “pagar un rescate cuando te secuestran un hijo”.
—Entiendo el libro como una suerte de respuesta a lo que fue pasando desde los videoescándalos y lo que vino después. ¿No sé si estoy en lo cierto?
—Es una respuesta a 300 preguntas que me hicieron quienes yo considero distinguidos periodistas, a mis tres hijos y a mi esposa Cecilia, para aclarar las posibles dudas que había en lo personal de cada uno de ellos y a la opinión pública en general. Y eso porque durante tres años fui privado de mi voz por el gobierno del DF. Algo que, hasta donde tengo entendido, fue una cosa única e inédita.
—¿Cuál es, además, la meta del libro? ¿Busca saldar cuentas?, ¿Lo hizo con ánimo de venganza?
—No, no era la de venganza. Sino dejar un testimonio, para responder a las dudas y a los interrogantes de la opinión pública sobre mi persona, de cómo sucedieron los hechos que llevaron a los videoescándalo y todo lo que viví después.
—AMLO volvió a reiterar, la tesis de un complot. Más o menos dijo que con su versión se comprueba la teoría de un complot y lo considera a usted como algo menos que un Caballo de Troya de los sectores que complotaron contra él…
—Le falta bastante autocrítica a Andrés Manuel. Es un cínico, como lo dije en múltiples ocasiones. Y es un cínico que trata de eludir la corrupción que se dio en su gobierno. Acepta el complot pero olvida la corrupción y la extorsión de su gobierno. No puedo resumirlo nada más que es un
cínico.
—Usted explica, bastante bien en Derecho.., el por qué y en qué circunstancias usted entregaba el dinero a René Bejarano. Pero cuesta creer, después de leerlo, que usted no se diese cuenta antes dónde, en ese caso, estaba metido, o hacía dónde iba yendo todo ese proceso.
—Sí, cómo lo comentó en el libro. Fue una situación que se fue dando gradualmente y bueno… terminó con el desenlace que fue público en el 2004-
—¿Cuál cree que fue el destino de ese dinero?
—Es una muy buena pregunta que han hecho insistentemente colegas tuyos, el público en general, y no hubo respuesta aún. Quien debería responder esa pregunta es Bejarano.
—Usted denuncia en el libro la saña con la que lo trataron. ¿Por qué cree que fue así?
—Porque con los videos se destapó la parte negra, la cloaca de la política mexicana. Una gran parte, una parte de la política mexicana, se vio reflejada en ellos. La mayoría de los medios privilegiaron el escándalo frente la verdad y el gobierno de AMLO, buscó la venganza antes que la autocrítica, y acabé yo siendo lo más delgado del hilo.
—Usted hacia negocios con el poder. ¿Es así?
—Sí.
—¿Usted se sentía consustanciado, se sentía parte de ese proyecto político? Particularmente el de Rosario Robles, me
refiero.
—Definitivamente creo que sí. Fui parte o formé parte de ese proyecto político.
—¿Sintió la traición en carne propia?
—No sé si la traición, porque probablemente todo el mundo tenía su idea y su objetivo en toda esta situación, en todos los hechos que sucedieron. Que se pueda decir que yo hice negocio es absurdo y aberrante. La mayor evidencia es que perdí mi libertad, y buen parte de mi patrimonio construido en 25 años de trabajo. Definitivamente, no lo creo.
—¿Vive con miedo?
—No vivo con miedo. Sí tengo miedo a la arbitrariedad. A la corrupción., a la venganza, a la calidad ética y moral de algunas de las personas que menciono en el libro. A eso sí le tengo miedo pero no vivo con miedo.
—¿Quién piensa que se podría vengar de usted?
—No tengo idea, pero quiero pensar, que por lo que han declarado algunas de esas personas. Y por lo que viví, se que hay personas que no son buenas…
—¿Qué son capaces…?
—Que son capaces.
—Usted cita a Bejarano diciéndole que “hasta en la Patagonia te podrían encontrar, No estarás tranquilo ni en la Patagonia….” ¿Lo sintió como una amenaza?
—Definitivamente. Pero en su momento nadie le dio la trascendencia que tenía ese dicho de René, y así fueron. Amenazas veladas, comentarios de René…
—¿Tiene usted aspiraciones políticas?
—Nunca las he tenido, no las tengo y mucho menos ahora.
—Su futuro está en México o en Argentina?
—En Argentina.
—Cómo le va en esa empresa de reconstruir su vida aquí. ¿Además de generar un club de futbol que hace?
—Estoy tratando de reconstruir mi vida. Con una actividad que me apasiona como es el futbol, con empeño y trabajo. Creo y tengo mucha confianza en el trabajo. Tengo todavía hijos muy chicos y tengo fe en el futuro.
—Incursiona en otro rubro
—No, para nada en nada más que no sea fútbol…
—Usted, por acción o por defecto, termino siendo un personaje público participando de un proyecto político. Y es algo que surge de los comentarios de la gente. ¿Usted, señor Ahumada, es un corrupto?
—Definitivamente no me considero un corrupto.
—¿De su relación con Rosario Robles, tanto la política como la personal, se arrepiente de algo?
— Esa pregunta no se la voy a contestar….
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