Cd. del Vaticano.-
El Papa Benedicto XVI y el presidente de México, Felipe Calderón, dialogarán sobre la reforma legal que reconocerá la libertad religiosa en ese país durante el encuentro privado que sostendrán el próximo 24 de marzo.
En entrevista con Notimex, el embajador mexicano ante la Santa Sede, Héctor Federico Ling Altamirano, anticipó que la propuesta de cambio al artículo 24 de la Constitución Nacional centrará parte de la audiencia prevista en la Casa del Conde Rul, en la ciudad de Guanajuato.
Adicionalmente consideró posible que, durante el cara a cara, surjan otros asuntos como la lucha del Estado mexicano por hacer cumplir la ley en materia de seguridad o la inmigración.
“Seguramente algo relacionado con la agenda no negociable, es decir la vida, la familia, el aborto, la eutanasia, la investigación con células estaminales, la píldora del día después. Todos estos temas, de forma suave, en algún momento se van tratar”, dijo.
“Tal vez en la entrevista con el presidente o en la medida en que su Santidad lo crea prudente en público. Sin meterse en honduras, por supuesto”, aclaró.
A pocos días de la llegada del obispo de Roma a México, prevista para el próximo jueves 23 de marzo, el diplomático estableció que la expectativa popular “es impresionante” y añadió que “todo hace pensar que la visita provocará una gran sacudida de almas”.
Explicó que, a nivel institucional, existe “el deseo de hacer las cosas bien” y por ello en los preparativos intervinieron la Conferencia Episcopal, la Nunciatura Apostólica, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Presidencia de la República, la cancillería y las autoridades de Guanajuato.
En cuanto a la organización, precisó que “el margen de los imponderables es reducido” y pronosticó que unas 500 mil personas podrían llegar a León para los días de la estancia papal, las cuales se sumarán al millón y medio de habitantes que tiene la ciudad.
“Hemos podido trabajar de manera muy positiva (con los representantes del Vaticano), sin incidentes ni exigencias inútiles”, señaló.
“Pudimos hablar con los personajes más importantes de la Curia Romana para tratar de construir un mensaje sobre los temas de interés de ambas partes, en especial pensando en la entrevista de Benedicto XVI con el presidente Felipe Calderón Hinojosa”, apuntó.
Según Ling Altamirano, la Presidencia de México sabe que el Papa llevará un mensaje de aliento a los pueblos de América Latina, evangelizados hace ya mucho tiempo y que, pese a las dificultades, siguen luchando para conservar la fe católica.
Dejó en claro que la seguridad de Joseph Ratzinger estará garantizada porque se han tomado todas las medidas del caso: se adiestraron a los muchachos que formarán las vallas al paso del “papamóvil” y se espera un operativo de seguridad con agentes en lugares estratégicos.
“El 90 por ciento del peligro potencial de un acto indebido contra el Papa se elimina poniéndose a pensar quién ganaría atentando contra él. Si alguien se propusiera matar al líder católico y lo lograra ¿qué ganaría?”, se cuestionó.
“El crimen organizado quiere sus rutas libres para que transite la droga, otros simplemente aunque no quieren al Papa tampoco lo odian. Cualquiera sabe que ponerse contra la Iglesia católica es un paquete muy pesado, eso reduce muchísimo las amenazas”, sostuvo.
Dijo asimismo estar esperanzado en una gran repercusión de la visita de Benedicto XVI a México en el contexto social, porque será un acontecimiento que “va a traer mucho qué decir y aportar”.
En su primer viaje a la región de habla hispana en América Latina, el líder religioso estará del 23 al 26 de marzo en México y después se trasladará a Cuba, donde permanecerá hasta el 28 de este mes.
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