Houston.-
La madrugada del Año Nuevo Arianna Delane dormía tranquila cuando repentinamente fue alcanzada por una bala en la espalda. La menor avisó inmediatamente a su padre que estaba sangrando y tuvo que ser hospitalizada de emergencia.
Otros proyectiles atravesaron el segundo piso de la vivienda y se impactaron contra las paredes y ventanas.
La pequeña Arianna, que había asistido a manifestaciones de justicia racial por el asesinato de su tío, el ciudadano afroamericano George Floyd, quien fue víctima de abuso policial en Minnesota, pidió apoyo a las autoridades, pero éstas se tardaron cuatro horas en llegar.
La niña de cuatro años de edad permanece en terapia intensiva después de haber sido sometida a una cirugía por un pulmón perforado, el hígado y tres costillas rotas.