Cuernavaca, Mor.-
Representantes de la comunidad médica internacional indicaron que el brote de ébola en África, registrado en 2014, puso en evidencia que los sistemas de salud no estaban preparados para atender casos en su propio territorio.
En el 16 Congreso de Investigación en Salud Pública, en el panel “Enfermedades Infecciosas emergentes en el mundo en 2014. (Ébola, Chikungunya) Análisis de riesgo y lecciones aprendidas en la respuesta global”, señalaron que se reaccionó de manera lenta y eso hizo más grave el problema.
De igual forma, indicaron que ha sido difícil entender que se trata de una crisis “sanitaria, humanitaria y de derechos humanos”, en donde es necesario ganarse la confianza de esas poblaciones para que comprendan que algunas de sus costumbres las ponen en mayor riesgo.
Duncan Selbie, director ejecutivo de Salud Pública del Departamento de Salud del Reino Unido, manifestó que “el ébola ha sido un llamado de atención y nos recuerda que las enfermedades infecciosas no tienen fronteras. No llegamos lo suficientemente rápido y tampoco con los insumos para atender el problema”.
Mientras que Carlos del Río, jefe de Infectología del Emory University Hospital, destacó que la percepción de riesgo que tiene la población en torno a esta enfermedad originada por un virus, es “irreal” y el miedo hizo que mucha gente no quisiera ir a los tres países más afectados que fueron Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Esta enfermedad que ha afectado a más de 23 mil personas, con más de nueve mil 700 muertes y 24 casos tratados fuera de África, es provocada por un virus y su letalidad es entre 40 y 80 por ciento.
En el hospital Emory, en Atlanta, se trataron cuatro casos de trabajadores de la salud contaminados con ébola, en donde para transportar las muestras de sangre, además de ponerlas en contenedores de alta seguridad, fue necesario contratar a una empresa especial porque se les clasificó como agente A de bioterrorismo.
Antes de lograr una compañía que retirara los desechos sanitarios se juntaron 200 cajas de basura esterilizada en tráileres estacionados fuera del hospital y también tuvieron problemas para deshacerse de los orines y heces de los enfermos aún cuando también se esterilizaron.
Subrayó que se trata de una crisis sanitaria, humanitaria y de derechos humanos, porque en África acostumbran a lavar los cadáveres, y con el agua utilizada los familiares se lavan la cara, “y cómo decirles que no lo hagan, si es su costumbre”.
Mientras que Pedro Cortegoso, secretario general del Instituto Carlos III de España, comentó que ese brote de ébola sorprendió al mundo, pero el caso de la enfermera que se contagió cuando atendía a un misionero que trabajó en África conmocionó a su país.
Agregó que esta situación hizo dar marcha atrás en la decisión que se había tomado de cerrar el área de aislamiento especial, pues con esto se vio que es necesario estar preparados ante estas contingencias.
También “se formaron mil 200 trabajadores en siete hospitales y cualquier nuevo caso de ébola sería canalizado a alguno de esos hospitales”, puntualizó.
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