Ciudad del Vaticano.-
El Papa Francisco decidió dejar abierto el debate en la Iglesia sobre temas como los homosexuales y la posibilidad de dar la comunión a los divorciados y vueltos a casar, al final del Sínodo de los Obispos.
En la última sesión de la asamblea que convocó el pontífice para discutir los desafíos de la familia en el contexto actual, Francisco decidió publicar algunos párrafos de la Relación Final del Sínodo, pese a no tener el apoyo de dos terceras partes de los participantes.
Se trata de tres párrafos de los 62 que forman parte de la “Relatio Synodi”, el texto que resume las grandes líneas de los debates de los obispos en los últimos 15 días en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano.
Esos tres puntos se referían a los temas controvertidos de los divorciados y vueltos a casar y de los homosexuales. Según las reglas del sínodo estos textos debían contar con la aprobación de las dos terceras partes de los “padres sinodales”.
En la votación final de la Relatio esos párrafos obtuvieron cierto grado de consenso, con más de 100 votos cada uno, pero sin llegar a los 123 necesarios para su aprobación definitiva.
El Papa decidió que esos párrafos se hiciesen públicos de todas maneras pero, como aclaró el portavoz vaticano Federico Lombardi, “no tienen un consenso mayoritario”.
Los puntos debatidos son los números 52, 53 y 55. En el 52 el documento habla que durante el Sínodo “se reflexionó sobre la posibilidad que los divorciados y vueltos a casar accedan a los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía”.
“El eventual acceso a los sacramentos debería ser precedido por un camino penitencial bajo la responsabilidad del obispo diocesano. Debe ser profundizada la cuestión, tomando en cuenta la distinción entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes”, agregó.
Este apartado obtuvo 104 votos positivos y 74 votos negativos. El párrafo 53, por su parte, logró 112 consensos y 64 sufragios contrarios.
“Algunos padres han sostenido que las personas divorciadas y vueltas a casar o que conviven pueden recurrir fructíferamente a la comunión espiritual. Otros padres se preguntaron por qué, entonces, no pueden acceder a la sacramental”, indicó ese número.
“Se solicita, entonces, una profundización de la temática en grado de hacer emerger la peculiaridad de las dos formas y su conexión a la teología del matrimonio”, apuntó.
El apartado 55, relacionado con la homosexualidad, precisó que algunas familias viven la experiencia de tener, en su interior, personas con esa orientación.
“Al respecto se cuestionó sobre qué atención pastoral sea oportuna ante esta situación, refiriéndose a lo que enseña la Iglesia: No existe fundamento alguno para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”, señaló.
“Por otra parte, los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser escuchadas con respeto y delicadeza. Hacia ellos se evitará toda marca de injusta discriminación”, ponderó.
Este párrafo quedó a cinco votos de obtener la mayoría calificada, 118 padres sinodales se manifestaron a favor y 62 en contra.
Con la decisión del Papa de publicar, de todas maneras, los párrafos sin el consenso mayoritario se permitirá que todas las diócesis del mundo analicen, en los próximos meses, el contenido completo de la Relatio Synodi.
Los resultados de esa reflexión servirán para armar otro documento de trabajo que guiará los debates en la próxima asamblea del sínodo, que tocará el mismo tema y está prevista para octubre de 2015.