Los Ángeles, California.-
El afroestadunidense Rodney King, quien se convirtió en un ícono del abuso policial en Estados Unidos luego de que fue víctima de un ataque de oficiales en 1991, fue encontrado hoy muerto en su alberca, informó la policía angelina.
La policía indicó que la pareja de King, Cynthia Kelly, lo encontró muerto en la alberca de su domicilio en Rialto, California, y llamó al servicio 911 aproximadamente a las 05:30 horas locales (12:30 GMT).
Las autoridades aseguraron que no había señales de violencia en el sitio ni lesiones evidentes en el cuerpo, por lo que no se podían precisar las causas de su deceso.
Hace 21 años, después de la difusión de las imágenes y la absolución de los policías involucrados en la golpiza contra King, se desataron disturbios, convirtiéndolo en un símbolo de la brutalidad policial, la defensa de los derechos civiles y de un movimiento contra la creación de perfiles racistas.
King tenía entonces 25 años y gozaba de libertad condicional después de una condena por robo en marzo de 1991.
El día de la golpiza había estado bebiendo y se dirigía a su casa después de visitar a un amigo cuando vio un coche de la policía detrás de él y entró en pánico, según relató en entrevistas que reprodujeron este domingo los medios informativos.
King pensó en ese momento que sería enviado de vuelta a la cárcel y trató de huir, pero al darse cuenta que no podría escapar de la policía buscó un lugar público donde detenerse.
Un camarógrafo aficionado captó la escena cuando cuatro oficiales angloamericanos golpearon a King más de 50 veces con sus bastones de madera y utilizaron una pistola paralizante sobre él.
El agredido se encogió en el suelo y trató de arrastrarse frente a varios policías cuando los cuatro empezaron a golpearlo y le gritaron que lo iban a matar, agregando el calificativo despectivo de “negro”, aunque durante el juicio los oficiales negaron el uso de insultos raciales.
Las heridas fueron tan graves que tres cirujanos lo operaron durante cinco horas.
Dos días después, el video se difundió por la televisión a nivel nacional, y llamó la atención sobre el tema de la brutalidad policial por motivos raciales y hubo una acusación en contra de los cuatro policías por asalto con un arma mortal y uso excesivo de la fuerza.
Sin embargo, después de tres meses los agentes fueron absueltos de todos los cargos, lo que provocó disturbios de afroestadunidenses, quienes salían a correr por las calles saqueando negocios, incendiando edificios y atacando a personas sin motivo.
La violencia generó más de 50 muertos y mil millones de dólares en daños a la propiedad, de acuerdo con la policía.
Cuando se registró el tercer día de disturbios, King salió de su aislamiento e hizo un llamado para buscar una convivencia pacífica que calmó los ánimos, pero no la demanda de justicia.
Un año después los cuatro oficiales fueron juzgados en una corte federal por cargos de derechos civiles, y en esa ocasión el jurado incluyó a dos afroestadunidenses.
Dos policías fueron declarados culpables y condenados a 30 meses de prisión, y los otros dos absueltos, en tanto, King recibió 3.8 millones de dólares por daños y perjuicios.
Además del dinero, la experiencia le dejó un libro de memorias que escribió sobre los hechos, aunque el perdón personal de King para los policías que lo atacaron llegó más tarde.
“Los he perdonado, porque yo he sido perdonado muchas veces, así que tengo que ser capaz de perdonar. Mi país ha sido bueno para mí, es mi casa, el único lugar que conozco”, dijo.
Recientemente King tenía problemas con la ley, incluso en 2011, durante el aniversario de la golpiza, fue detenido y multado por una violación menor de tránsito.
“Yo siempre tengo un problema cuando se trata de alcohol, mi papá era un alcohólico, la adicción está en mi sangre”, declaró en aquella ocasión.
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